Una obra en las inmediaciones donde se ubicará el Guggenheim Urdaibai afectará a fauna …
Hace un año, el Gobierno Vasco paralizó una obra en las inmediaciones de los astilleros ubicados en Murueta, la segunda ubicación elegida para la expansión del polémico proyecto museístico, debido a una posible incompatibilidad al coincidir con una senda peatonal promovida por la Diputación de Bizkaia para unir las dos sedes del museo Guggenheim en Urdaibai.
El proyecto, promovido por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, había logrado una financiación de 1,6 millones de fondos europeos con el objetivo de “fomentar la movilidad peatonal y ciclable del área e impulsar una actividad económica turística sostenible, cultural y medioambiental”.
El proyecto subvencionado coincidía con otra iniciativa similar que pretendía poner en marcha la Diputación: “implantar una senda, de uso peatonal y ciclable entre las instalaciones de la antigua fábrica Dalia en Gernika y los astilleros de Murueta”. Según datos recabados por Hordago-El Salto, si bien hay informes sobre la afectación que tendrían estas iniciativas gubernamentales y forales sobre fauna amenazada de extinción, protegida o de interés preferente, el Gobierno Vasco ha retomado su proyecto destinando otros 1,5 millones.
Así, a finales de septiembre se adjudicará la iniciativa del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente bajo la denominación “ejecución del Proyecto de Restauración ambiental y puesta en valor del patrimonio natural y cultural del estuario superior de la Ría de Oka”, financiado por los fondos europeos NextGenerationEU.
1.760 m2 de dominio público marítimo-terrestre
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a instancia de la Dirección de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno Vasco, ha dado el visto bueno a la solicitud de concesión de ocupación de 1.760 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre, superficie colindante con el astillero de Murueta desde donde se retomará el proyecto paralizado en junio de 2023. Pero en su expediente, el Ministerio reconoce que en el trámite de información oficial la Dirección General de Medio Ambiente de la Diputación de Bizkaia advirtió que el proyecto del Gobierno Vasco “no se considera autorizable”.
Para la entidad foral, “tal y como se ha configurado el proyecto, afectaría al hábitat del visón europeo, al hábitat de las tortugas autóctonas, del pez espinoso y al hábitat de numerosas especies de avifauna protegidas”, así como el “consecuente impacto sobre el hábitat de diversas especies de flora amenazada”.
Según los informes de impacto, la obra relacionada con el Guggenheim de Urdaibai puede tener enormes consecuencias para los ecosistemas vivos y tendrá “efectos deletéreos sobre las poblaciones de visón europeo”
Durante el año 2021, el Servicio de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai realizó un estudio relacionado con la “posible afección al hábitat del visón europeo (Mustela lutreola, especie amenazada y al borde de la extinción) que pudiera ocasionar la propuesta de adecuación de itinerarios peatonales en la margen izquierda del estuario superior de la ría del Oka”.
Según los informes de impacto, elaborados por Icarus Estudios Medioambientales, a los que ha tenido acceso esta revista, la obra relacionada con el Guggenheim de Urdaibai puede tener enormes consecuencias para los ecosistemas vivos. En primer lugar, porque “la irrupción en un río de una obra en la que entran en juego maquinaria pesada, movimientos de tierras, desbroces, retirada de la cubierta vegetal, etc., tiene efectos deletéreos sobre las poblaciones de visón europeo”.
El incremento progresivo de usuarios en nuevos paseos peatonales y carriles bici como los proyectados desde la Diputación y el Gobierno Vasco para el lugar “también tendrá su efecto negativo. Como señalan los documentos, el flujo de gente “condiciona la tranquilidad de estas marismas y causará un impacto aún mayor con el incremento de su número y frecuencia, afectando a la funcionalidad ecológica de las mismas y su interés como zona de campeo del visón europeo”.
El “incremento de la accesibilidad” además llevará consigo que la gente pasee por la zona de las marismas con los perros sueltos, “una seria amenaza para los visones que eligen para reposar y reproducirse las zonas cercanas a los itinerarios”.
Pese a tener conocimiento de los riesgos advertidos en estos informes, la Diputación adjudicó por 2,7 millones el contrato para la “reordenación de accesos y calmado de tráfico en la carretera BI-2235 del P.K. 42+700 al P.K. 43+400 en Busturia y Murueta”, con el objetivo de dar continuidad al bidegorri existente.
Este servicio lo lleva a cabo el grupo constructor Campezo, sancionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en 2011 por liderar el “cártel del asfalto” y donde trabajó como directora de recursos humanos la jeltzale Txaro Rodrigo.
“Choque” entre familias del PNV
El diario El Correo interpreta la paralización del proyecto del Gobierno Vasco en las inmediaciones de Astilleros de Murueta como resultado de un “choque” con la Diputación de Bizkaia. Este conflicto de intereses coincide con las tensiones surgidas entre el alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto y el Diputado General de Bizkaia Unai Rementeria, un conflicto resuelto por el PNV de Bizkaia en favor del regidor.
Iñigo Urkullu y el denominado “clan de Arratia” (Itxaso Atutxa y su esposo Aitor Esteban) recelaron del liderazgo de la Diputación de Bizkaia (encabezada por Unai Rementeria en compañía de Imanol Pradales) en la expansión del museo.
Fue poco después cuando comenzaron los planes del presidente del partido, Andoni Ortuzar, para retirar a Iñigo Urkullu, intentar recuperar a Rementeria como futuro cuadro del partido y aupar como candidato para liderar la lehendakaritza al entonces diputado Imanol Pradales. Precisamente Urkullu y el denominado “clan de Arratia” (la presidenta del Bizkai Buru Batzar Itxaso Atutxa y su esposo Aitor Esteban, este último el negociador en Madrid de la viabilidad del Guggenheim Urdaibai), fueron quienes en su momento recelaron del liderazgo de la Diputación de Bizkaia (encabezada por Unai Rementeria en compañía del “diputado de las obras” Imanol Pradales) en la expansión del museo.
Por ello, cuando el Consejo de Ministros aprobó la partida de 40 millones de euros para el Guggenheim Urdaibai, Aitor Esteban se apresuró a presumir de ser el artífice en Madrid de la decisión del citado órgano colegiado del Gobierno español. En este contexto de luchas intestinas, cabe señalar un último detalle: el tesorero de la Junta Municipal del PNV en Murueta es padre del alcalde y a su vez primo del ya exlehendakari Iñigo Urkullu.
El tesorero de la Junta Municipal del PNV en Murueta es padre del alcalde y a su vez primo del ya exlehendakari Iñigo Urkullu
Se da la circunstancia de que los propietarios del astillero de Murueta, la familia Arana, y dos miembros del equipo del PNV de Murueta en 2015, Edurne Zabala y Ramón Pagazurtundua, cuentan con empresas domiciliadas en Panamá y Chipre. El padre de Ramón y esposo de Edurne, Jesús Pagazaurtundua, está vinculado a cuatro sociedades panameñas. Además, en el acuerdo de 1991 para conceder a Bilbao la franquicia del Guggenheim estampó su firma el entonces Diputado General de Bizkaia, José Alberto Pradera, implicado en el caso “papeles de Panamá” y miembro de la plataforma Gu Bai en favor de la expansión de proyecto museístico a Urdaibai
Como siempre, todo queda en casa.