La economía de la eurozona repunta en agosto, pero disminuyen los pedidos y el empleo
La actividad del sector privado de la zona euro aceleró en agosto al ritmo más elevado desde mayo, impulsada por la rápida reactivación económica del sector de servicios vinculada a los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de París. Así lo ha reflejado el índice PMI elaborado por S&P Global y el Hamburg Comercial Bank (HCOB), que repuntó de 50,2 puntos en julio a 51 este mes. El alza marcó el sexto mes de crecimiento ininterrumpido, el periodo de expansión más prolongado en los últimos dos años. Los datos parecen alentadores, pero la fragilidad económica de la eurozona aún es palpable en el deterioro de la confianza empresarial, el empleo y los pedidos.
Francia aprovechó su impulso olímpico y se consolidó como una de las fuerzas detrás la expansión económica en agosto. El sector privado de la segunda economía más grande de la zona euro avanzó a su ritmo más veloz desde mayo de 2022 y alcanzó los 53,1 puntos. A pesar de ello, continua detrás de España que ostenta el mejor resultado PMI tras registrarse 53,5 puntos, su máxima en dos meses. S&P Global también ha destacado los mejores ritmos de crecimiento en Irlanda (52,6) e Italia (50,8), mientras uno de los principales motores económicos de la Unión Europea, Alemania, sufrió su segunda caída consecutiva y anotó 48,8 puntos.
El economista jefe del HCOB, Cyrus de la Rubia, ha señalado que el “efecto olímpico” influirá en el PIB de la zona euro y ha anticipado su crecimiento en el tercer trimestre, pero asegura que el impulso será temporal. “Las repercusiones positivas podrían prolongarse en parte hasta septiembre, pero prevemos que la desaceleración del crecimiento, que comenzó en mayo, se reanude probablemente en los próximos meses”, ha comentado.
Los datos de la encuesta de agosto sugieren que las presiones de los costes disminuyeron, debido a que el aumento de los precios de insumos se ha ralentizado en lo que va del año hasta la fecha, y han alcanzado una tasa similar al promedio anterior a la pandemia. Sin embargo, los precios cobrados aumentaron al ritmo más veloz desde abril. “En lo que respecta al Banco Central Europeo, probablemente esté lanzando un pequeño suspiro de alivio gracias a los últimos datos de los precios”, ha apuntado de la Rubia.
El sector de servicios estuvo detrás del repunte económico de la eurozona y se situó en su nivel más alto en tres meses. El Índice PMI de Actividad Comercial de este sector aumentó de 51,9 registrado en julio a 52,9 en agosto. Estuvo en concordancia con su promedio histórico (52,7), desde 1998. Por su parte, la industria no logró abandonar su contracción y extendió la secuencia actual de declive en la producción manufacturera a diecisiete meses.
El empleo también cedió y fue a la baja de forma general por primera vez desde el inicio de 2021, aunque levemente. El Índice PMI de empleo ajustado estacionalmente se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50. La creación sostenida de puestos de trabajo en los servicios se vio contrarrestada por los ajustes en el personal fabril. Esta reducción se produjo en medio de un nuevo deterioro de la confianza empresarial, que cayó por tercer mes consecutivo. Aunque las empresas de la eurozona esperan que la actividad total aumente en los próximos doce meses, el grado de optimismo cayó a su nivel más bajo en lo que va de año.
Además, el volumen de nuevos pedidos recibidos por las empresas del sector privado ha vuelto a descender. La demanda fue afectada por el deterioro pronunciado de las ventas en el sector manufacturero, pero la mejora ligeramente más rápida de los nuevos pedidos al sector de servicios compensó la caída. La exportación también representó un obstáculo para el desempeño de las ventas. Tanto los fabricantes como las empresas de servicios registraron una disminución de nuevos pedidos por parte de clientes internacionales a mediados del tercer trimestre.