Más allá de las estrellas: el legado del OAN en otras ciencias
Las observaciones realizadas desde el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), en sus distintas instalaciones, han contribuido significativamente a desentrañar los secretos del universo, comprender los procesos energéticos que ocurren durante la formación y evolución de las estrellas, y su interacción con la materia interestelar, afirmó María Soledad Funes Argüello, coordinadora de la investigación científica de la UNAM.
En el marco del 95 aniversario de la incorporación del OAN a la UNAM, añadió que la innata curiosidad de la humanidad por observar el cielo y preguntarse qué hay más allá de lo visible es una de las vías más atractivas para despertar vocaciones científicas desde edades tempranas.
El OAN ha sido uno de los pilares del desarrollo científico en México. Custodiado y operado por la UNAM desde 1929 ha sido un detonante para la generación de conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la difusión de la cultura.
Actualmente, la sede principal del OAN está en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California, seleccionada por la calidad y oscuridad de su cielo nocturno, lo que la convierte en uno de los mejores lugares del mundo para la observación astronómica.
Su legado
Desde su integración a la Universidad Nacional en 1929, el OAN ha sido clave en la formación de nuevas generaciones de científicos, destacando astrofísicos de renombre como Paris Pişmiş, Luis Enrique Erro, Silvia Torres Peimbert, Guillermo Haro, Gloria Koenigsberger y Arcadio Poveda. Este es un claro ejemplo de cómo la investigación científica, la innovación tecnológica y la formación de recursos humanos avanzan de la mano, añadió la académica.
Sin duda, integrar la investigación científica como componente central en la docencia ha permitido que los estudiantes tengan acceso a tecnologías de vanguardia y enfrenten problemas trascendentales del conocimiento, promoviendo una educación integral.
Astronomía y otras ciencias
El desarrollo de instrumentos astronómicos ha impactado otras áreas científicas. El reto de construir herramientas cada vez más sensibles, capaces de detectar diversas longitudes de onda del espectro electromagnético, ha propiciado un enorme avance tecnológico, así como la implementación de algoritmos y procesos de análisis para manejar grandes volúmenes de datos. Este conocimiento ha permeado a otras áreas, como la medicina y la genómica.
Por ejemplo, técnicas desarrolladas para el análisis de datos astronómicos se han utilizado posteriormente en resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, así como en el análisis de datos genómicos.
El impacto del OAN en el desarrollo tecnológico de México es innegable. Muchos profesionales que trabajan en tecnología afirman que su pasión comenzó en el OAN. Entre ellos se encuentran figuras como el ingeniero civil y exrector de la UNAM, Nabor Carrillo Flores, y el ingeniero José de la Herrán, ambos clave en la modernización del observatorio.
Un ejemplo tangible es que, debido a la necesidad de los astrónomos mexicanos de compartir sus observaciones con colegas internacionales, el OAN impulsó el desarrollo de uno de los primeros nodos de Internet en México. La contribución tecnológica del OAN a la industria nacional en estos 95 años es notable.
Su evolución
Para comprender mejor el universo, es fundamental compartir datos obtenidos desde diferentes telescopios alrededor del mundo, además de colaborar en la construcción de instrumentos más potentes y precisos. Un ejemplo de esto es el telescopio Colibrí, recientemente instalado en San Pedro Mártir, B.C., fruto de la colaboración entre México y Francia para observar objetos viejos y lejanos, como los estallidos de rayos gamma.
El OAN ha evolucionado a lo largo de su historia, cambiando de ubicación e incorporando los avances tecnológicos. Su privilegiada localización actual le permite continuar siendo un referente en la investigación científica.
En la UNAM, estamos comprometidos a fortalecer el binomio docencia e investigación, pilares fundamentales de la Universidad. Uno de los mayores desafíos de cualquier observatorio es el financiamiento necesario para construir telescopios más sensibles y potentes, cuya innovación implica altos costos. Sin embargo, gracias a la colaboración internacional entre instituciones con objetivos científicos comunes, este reto ha sido superado en gran medida.
México ocupa un lugar relevante en el mundo de la astrofísica, gracias a las capacidades tecnológicas del OAN en San Pedro Mártir y a su participación en colaboraciones internacionales. Esta será la clave para que el Observatorio continúe siendo un referente para la comunidad científica global en las próximas décadas.
Ideas destacadas:
- Las observaciones del OAN han contribuido significativamente a la comprensión del universo y de los procesos energéticos en la formación estelar.
- El OAN ha sido fundamental en la formación de nuevas generaciones de científicos y en el desarrollo tecnológico en México.
- El OAN ha impactado otras áreas científicas, como la medicina y la genómica, a través del desarrollo de tecnología de vanguardia.
- La colaboración internacional y la evolución tecnológica del OAN aseguran su papel como referente en la investigación astronómica global.