Obra que captura la euforia del feminismo gana la Trienal de Tijuana

Mireya Cuéllar

Corresponsal

Periódico La Jornada
Sábado 7 de septiembre de 2024, p. 4

Tijuana, BC., La obra Pese a todo, la alegría del encuentro, de Samara Colina, inspirada en la euforia colectiva del movimiento feminista que inundó la marcha del 8 de marzo de 2020, en Guanajuato, recibió el premio de la Trienal de Tijuana: 2. Internacional Pictórica que otorga el Centro Cultural Tijuana (CECUT), uno de los más importantes de América Latina, no sólo por el monto del estímulo, sino por la singularidad de que el público también vota.

Se trata de un óleo sobre tela con volumen y profundidad, y es parte de una serie en la que la artista guanajuatense trabaja desde hace varios años.

Guanajuato es uno de los estados con mayores casos de feminicidio, atravesado por la violencia; un estado muy conservador, donde sigue penalizado el aborto… ¡hay mucho por hacer! Y ahí está también la fuerza que ha tenido el movimiento feminista; refleja lo mucho que hemos crecido, por eso el título de la obra, comentó Colina.

Quiero que mi obra conecte con muchas personas. Veo ese instante en una marcha, un mitin, donde todas nos volvemos una cantando y bailando nuestras exigencias, pero también festejando, explicó la incrédula artista: Aún no me la creo por completo, es un premio que me posibilita seguir con mi trabajo, porque para ser artista hay que ser muy aferrado y creer uno en su trabajo.

Vianka Santana, directora general del CECUT, recordó que el maestro Álvaro Blancarte –referente de la plástica en el noroeste del país, muerto unos meses antes de que se concretara la trienal– propuso el certamen como plataforma de diálogo entre creadores de varias latitudes, para visibilizar la producción plástica de los bajacalifornianos.

La idea es que no fuera necesariamente a partir de la pintura, por eso la diversidad de formatos y técnicas que llegaron al concurso y que permite a los artistas crear nuevos paradigmas, explicó la directora del CECUT.

El primer premio consta de un millón de pesos, y hay dos menciones honoríficas, cada dotada de 250 mil pesos, lo que lo convierte en el concurso en su género con la mejor bolsa del país. Se pensó así con el fin de estimular la participación de artistas de varios países –en esta edición se recibieron 500 obras de representantes de 16 naciones–, con plataformas (formatos), dimensiones y temáticas libres.

Además, el CECUT abre al público en cinco salas que alojan las 10 obras seleccionadas –incluso la ganadora– por el voto de los artistas participantes y del público.

Tijuana no sólo es violencia; es una ciudad con muchos matices, aseveró la funcionaria.

El primer premio fue para Samara Colina (México) por Pese a todo, la alegría del encuentro, y las menciones honoríficas correspondieron a María Orozco (México) por la obra Después de 10 años, entre el mar y mi afecto nos volvimos a encontrar, y Woolander, de Enrique Rubio (México).

En esta ocasión, se reunieron artistas tijuanenses, nacionales e internacionales de amplio reconocimiento, lo que subraya la importancia de que los premios se centraran en creadores nacionales, manifestó el coordinador de la trienal, Roberto Rosique.

La curadora brasileña Leonor Amarante eligió las obras que forman parte de la exposición que representa a la trienal, en tanto Humberto Chávez Mayol, curador invitado, seleccionó las piezas de la fase final; fue responsable de elegir 10 de las obras expuestas en la institución.

La identidad de la trienal se define por desvincularse de las reglas establecidas en cuanto a formatos, técnicas y temáticas, invitando a los artistas a proponer sin limitaciones. La noche de premiación concluyó con la interrogante sobre si el proyecto continuará en el próximo sexenio.