Pedro Sánchez continúa su gira internacional con un viaje a China, el segundo en dos años
Tras sus viajes por Mauritania, Gambia y Senegal por la crisis migratoria, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, retoma este domingo su gira internacional con una visita a China, que se prolongará hasta el próximo jueves 12 de septiembre.
Se trata de la segunda visita en dos años: en marzo de 2023, Sánchez acudió a Pekín, con motivo del 50º aniversario de sus relaciones diplomáticas, para firmar cuatro acuerdos de colaboración en materia educativa, deportes y fitosanitarios. Además, trató la cooperación entre China y España con el primer ministro Li Qiang, y el presidente Xi Jinping, con quien tiene previsto reunirse nuevamente este lunes. Sánchez también recibió este mes de febrero en La Moncloa al ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, Wang Yi, durante su gira europea.
El viaje de este año, que incluirá la visita a Pekín y Shanghái, se produce después de que en junio China anunciara una investigación por «competencia desleal» a las importaciones de cerdo europeo en respuesta a la imposición de aranceles por parte de Bruselas al coche eléctrico chino. España podría verse afectada especialmente por una medida de ese calado, al ser uno de los primeros exportadores de la Unión Europea de este producto al país asiático, y será una cuestión a abordar.
Entre otras cuestiones, también se encuentra la guerra de Ucrania, con la incursión de Kiev en la región rusa de Kursk y el avance de Moscú en la zona del Donbás. China, que se ofreció a mediar en el conflicto y presentó un plan de paz, no ha avanzado sustancialmente en las tareas para conseguir un alto el fuego, debido al estancamiento de las posiciones de ambos bandos. Las intenciones chinas son, además, vistas con recelo por Occidente, que le acusa de ayudar a Rusia durante la guerra. En la reunión de 2023, Moncloa aseguró que Sánchez defendió ante Xi la posición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y de la Unión Europea para lograr el fin de un conflicto «ilegal e injusto».
A nivel nacional, la visita no ha sido bien tomada por la oposición. El PP acusa al presidente del Gobierno de «estar a la fuga» en pleno arranque del curso político, con el pulso canario por la migración y el tema de la financiación «singular» de Cataluña, sobre la mesa. «Le quema España, no está cómodo», consideró el viernes el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, en una rueda de prensa en Málaga. «Ha cogido la puerta, no sé cuántos días en África y no sé cuántos días en China», añadió sobre el líder socialista, que también acudió el jueves a París a apoyar a los deportistas españoles en los Juegos Paralímpicos.
La gira también se produce tras la intervención de Sánchez este sábado en el Comité General del PSOE, donde algunos barones mostraron sus recelos sobre la financiación singular y el ofrecimiento del presidente de extenderla a otras comunidades autónomas. Durante el trayecto a China, también se ha conocido que el opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha abandonado su país y se ha dirigido a España, tras solicitar el asilo. Esto ha hecho que el el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, —que también viaja con el presidente Sánchez— haya tenido que declarar ante los medios para confirmar que la medida se «tramitará y concederá». Sánchez aún no se ha pronunciado al respecto, pero el día anterior dijo que González Urrutia era «un héroe a quien España no va a abandonar».
Visita a Shanghái, Instituto Cervantes y reuniones: la agenda de Sánchez
La agenda de Sánchez para estos días le llevará a Pekín con la inauguración el lunes del noveno Foro España-China en Pekín, que contará con tres mesas redondas centradas en cooperación local y regional, intercambios culturales y desarrollo sostenible junto a representantes de administraciones, empresas, universidades y think tanks de ambos países.
El evento, que no se convocaba desde 2015, ha sido organizado por la Fundación Consejo España-China y la Asociación para la Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero, con el apoyo de ambas administraciones, y pensado para el encuentro diplomático entre ambos países.
Posteriormente, se espera la visita del presidente del Gobierno al Consejo Asesor Empresarial en una de las sedes del banco chino ICBC y que asista a la ceremonia de bienvenida en el Palacio del Pueblo. Sánchez mantendrá, primero, un encuentro con Li Qiang para la firma de acuerdos, después con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji, y, por último, con Xi Jinping con quién también acudirá a una cena.
El martes, Sánchez se trasladará a Shanghái, donde participará, por un lado, en la apertura del Encuentro Empresarial España China y , por otra, en la inauguración del Instituto Cervantes, el segundo centro de estas características que abre la institución en el país. El primero fue en Pekín en 2006, lo que convertiría a España en el primera nación presente en dos ciudades del gigante asiático. En el acto, además de Pedro Sánchez, participarán un miembro del Gobierno chino, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y la embajadora de España, Marta Betanzos, entre otros.
El martes también se prevé que mantenga un encuentro con el secretario general del Partido Comunista Chino en Shanghái y que visite el campus sinohispánico e incubadora de empresas de la universidad Tongji, así como un clúster tecnológico.
Próxima parada: ¿la ONU en Nueva York?
Después del viaje a China, el siguiente desplazamiento del presidente al extranjero sería, en principio, a Nueva York, en la semana del 23 al 27 de septiembre para asistir a la Asamblea General de la ONU. Sánchez también visitó Naciones Unidas en fechas similares el año pasado, donde advirtió de la «ola extremista» que pone en peligro la democracia.
Este año, con la cercanía del primer aniversario de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, que de no avanzarse en las negociaciones de paz sería el 7 de octubre, se prevé que la cuestión palestina pueda estar presente en algunas de las sesiones. España, de hecho, ha sido uno de los países, junto a Irlanda y Noruega, que ha reconocido a Palestina el estatus de Estado, provocando la protesta de Israel y tensionando las relaciones entre Tel Aviv y Madrid.