Telefónica presume con el espacio centenario más moderno del mundo
El interior del edificio de Telefónica en Gran Vía 28 se convirtió ayer en un nuevo reclamo turístico de Madrid. Más de 600 operarios esmerados en cada detalle, siete meses de obras y un presupuesto que nadie dice conocer forman parte de la intrahistoria del, posiblemente, el espacio centenario más joven y moderno del mundo.Pasado, presente y futuro conviven en feliz armonía sobre el mismo suelo que pisaron los pioneros de las telecomunicaciones españolas en abril de 1924, cuando el rey Alfonso XIII inauguró el que durante unos meses fue el rascacielos más alto de Europa.
Las instalaciones de aquella Compañía Telefónica Nacional de España no sólo ejercían de sede institucional sino también de «edificio industrial, oficina corporativa, centro de atención al cliente y reputación empresarial», tal y como resume la empresa en un libro conmemorativo que merece la consideración de tesoro.
Las pantallas inteligentes, los paneles infinitos y el proyector de 360 grados del Cubo Inmersivo conviven con la balaustrada de 120 metros que durante décadas se guardaba en los sótanos del inmueble. También se rescataron los más de 6.000 metros cuadrados de artesonados, pincelados por Agustín Espi Carbonell, pintor cuya firma en forma de retrato se oculta tras una videocámara de seguridad, quizá esperando que algún día alguien decida enmarcarlo y así honrar su memoria.
El estudio Banana firma la reconstrucción de la planta principal de un icono que soportó morteradas durante la Guerra Civil, albergó obras del Museo del Prado y acogió a escritores reconvertidos en corresponsales como Ernest Hemingway, Antoine De Saint-Exupéry y John Dos Passos. Bajo su techo, el empleado telefónico Arturo Barea se enamoró de su segunda esposa Ilsa Barea-Kulcsar, mucho antes de escribir la trilogía de La Forja de un rebelde.
«Fíjese en los listones de la escalera de caracol, suman más de 5.000 y todos ellos de roble natural», explica a este periódico uno de los artífices de este acceso helicoidal, libre de clavos y tornillos. También se aprecian 2.000 metros cuadrados de piedra pulida, con las mismas motas del mármol original, así como la lámpara original, los pináculos de las barandillas y el reloj del atrio, que vuelve a marcar la hora de los tiempos actuales. Una vez que fue imposible recuperar los jarrones de la entrada, la tecnología de impresión en 3D se tomó la libertad de reproducirlos tal cual.
Nuevo kilómetro cero
El presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, afirmó ayer que el denominado Espacio Movistar «representa un punto de encuentro y un icono para Telefónica y también para la ciudad de Madrid». En su opinión, el remozado inmueble «nace con la vocación de ser el ‘kilómetro cero’ de la tecnología, la innovación y el entretenimiento. Lo mejor de Telefónica convive en este espacio abierto a todos, en nuestro edificio de siempre que ahora se muestra como nunca y que inauguramos con muchísima ilusión en el año de nuestro Centenario«.
Desde la teleco reparan en una de las singularidades de la llamada Cuarta Fachada, es decir, «un soporte de led de 23 metros de largo y cuatro de altura compuesto por cuatro paños laterales y uno central en el que se encuentra la Puerta de Centenario, la entrada que conectará, en momentos especiales, con la emblemática Sala de Mapas de Espacio Fundación Telefónica».
Fuentes de la teleco recalcan que, por primera vez, ambos espacios están conectados de forma directa para aunar tecnología y cultura, legado y futuro. «Espacio Fundación Telefónica se ha consolidado, desde su creación en 2012, como un centro cultural de referencia en Madrid con más de 6.000 metros cuadrados dedicados a la cultura, el arte y el pensamiento«. Se trata de «un ecosistema de conocimiento para comprender los retos del mundo digital a través de foros de debate, exposiciones y talleres educativos.Además, la Cuarta Fachada abraza la Inteligencia Artificial Generativa para ofrecer «una experiencia visual única con un contenido dinámico y cambiante para mostrar los datos más relevantes de dentro y fuera de Espacio Movistar«.
La vistosidad del escenario no restará fuerza comercial a la compañía, ya que el inmueble confía en consolidarse como la tienda más rentable del grupo. Sin necesidad de mostradores, la teleco utilizará un sistema de venta en movilidad donde cada persona podrá autogestionar su visita, conocer la agenda e interactuar con los comerciales a través de una experiencia que bautizan como phygital, es decir, física y digital al mismo tiempo. De esa forma, Movistar promocionará su conectividad, entretenimiento, seguridad, energía o salud, con el apoyo de soluciones interactivas.
Además, el centro estará abierto al público todo el año -excepto en tres festivos-, incluido su cafetería, sin necesidad de reserva. Por lo pronto, el calendario de eventos arranca mañana viernes, con una experiencia inmersiva de Movistar y LaLiga, con jugadores y figuras del balón, entre otras sorpresas.