Debemos a nuestra historia muchos ejercicios de ficción, dice dramaturga
Merry Macmasters
Periódico La Jornada
Domingo 15 de septiembre de 2024, p. 5
¿Tuvo Benito Juárez la opción de no fusilar a Maximiliano de Habsburgo? Esa hipótesis es explorada de forma lúdica por la dramaturga y directora escénica Silvia Ortega Vettoretti en la puesta Lo que el viento a Juárez, que inició temporada en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque (CCB).
Seguramente
, el Benemérito de las Américas tuvo “un debate interno; incluso, escribió el Manifiesto justificativo de los castigos de Querétaro, documento histórico poco conocido, en el que hace una loa a todo este sentido de soberanía y lo que significa. En ese entonces, Juárez pudo haber sido considerado un gran salvaje, al no tomar una opción más diplomática”, expresa Ortega Vettoretti en entrevista con La Jornada. Se pone en relieve, pues, los diferentes pensamiento: el conservador, el liberal moderado y el liberal radical, al que pertenecía Juárez, precisa.
Lo que el viento a Juárez forma parte de una trilogía cuyo objetivo es hablar sobre la Independencia, la Constitución y la Revolución Mexicana para entender los antecedentes relevantes que dieron forma al país; sin embargo, hacerlo de manera que no fuera solemne. Al contrario, actualizar y empatarlo con los vicios nacionales que tenemos ahora, con el fin de entender un poco de dónde vienen. Por ejemplo, esta polarización tan grande que existe entre conservadores y liberales
.
También de dónde vienen “todas estas ideas políticas de lo que significa la patria –algo que hemos perdido–, la autonomía, la Constitución, los derechos, la Independencia, la Revolución o un héroe patrio. Quería hacer un teatro histórico que fuera entretenido, que tuviera mucho humor, que fuera cínico, para vernos reflejados y al mismo tiempo jugar con la ficción. Hacer ejercicios más actuales para acercar las obras a lo contemporáneo y tener un sentido crítico”.
La primera obra de la trilogía se titula La increíble fuga de Vicario, la Leona enjaulada. Sigue Lo que el viento a Juárez (2017), y la tercera pieza es Madero espiritista y la Santa Niña de Cabora, en la que aún trabaja. En todas, el punto de partida fue un ejercicio de la dramaturga consistente en poner al personaje en un momento de duda y, por tanto, una situación de peligro. En el caso de Leona Vicario fue cuando la encerraron en el Colegio de Belén, momento en que pudo haber delatado a los demás insurgentes.
En cuanto a Juárez, Ortega Vettoretti lo pone junto con su secretario, un liberal moderado. Mientras viajan en una carroza rumbo a la Ciudad de México: invento una situación hipotética, en la que se desvían porque aparecen unos potreros, quienes van tras la cabeza de Juárez. Tienen que proteger a la República, porque si no, se les cae todo. Se refugian, pues, en el desierto de Samalayuca. Ahí vemos que en realidad hay una trampa tendida para poner en debate y en duda la decisión que Juárez tomará sobre Maximiliano
.
El Juárez de la obra no tiene mucho que ver con la imagen seria y solemne que se le asocia. La autora juega con su figura estereotipada: “En realidad siempre he pensado que Juárez pertenece al género de aventuras, porque estuvo huyendo con el gobierno itinerante por toda la República Mexicana, en un territorio destemplado, perseguido por unos mercenarios imperialistas con orden de matarlo. Para mí, es un western mexicano, lleno de tensión y aventuras.
Por otra parte, debió haber sido increíble este momento en que Juárez ya puede llegar a la Ciudad de México triunfal, después de que ya tiene a Maximiliano en el sitio de Querétaro. Surge, entonces, la duda en torno al fusilamiento.
Ortega Vettoretti es de la idea que a nuestra historia le debemos muchos ejercicios de ficción y escritura. Tenemos una historia fascinante, llena de grandes personajes, de momentos de mucha tensión e ironía
. Actúan en la obra Baltimore Beltrán, Arturo Reyes y Salvador Hurtado.
Lo que el viento a Juárez se presenta de jueves a domingo, desde el 12 de septiembre y hasta el 6 de octubre en el teatro Xavier Villaurrutia, del CCB (Paseo de la Reforma y Campo Marte, colonia Chapultepec Polanco).