El alemán Commerzbank rechaza la propuesta de fusión con el italiano UniCredit
El consejero delegado del banco alemán Commerzbank desestimó el lunes las propuestas de adquisición de la entidad italiana UniCredit, afirmando que tenía sus propios planes para el banco y que esperaba que pudiera seguir siendo independiente.
UniCredit, el segundo banco más grande de Italia, adquirió recientemente una participación del 9% en Commerzbank, sorprendiendo a varios responsables del Gobierno alemán, que vendieron la participación del Estado sin darse cuenta de que UniCredit se abalanzaría, según personas familiarizadas con el asunto.
«Naturalmente, estamos convencidos de nuestros propios planes», dijo a la prensa Manfred Knof, consejero delegado de Commerzbank, confirmando, cuando se le preguntó, que seguía queriendo que el banco siguiera siendo independiente.
«Todos estamos trabajando con la máxima energía y fuerza en la aplicación de nuestro plan y estrategia», dijo, esbozando la primera respuesta oficial del banco a las sugerencias de ser absorbido por la mayor entidad crediticia italiana.
El lunes, el consejero delegado de UniCredit, Andrea Orcel, dijo a un periódico alemán que una fusión de los dos bancos podría añadir valor y crear un banco más fuerte.
Pero Knof dijo que Commerzbank ya estaba prosperando y que la dirección había expuesto su posición a su mayor accionista, el Estado alemán, sobre la importancia de un Commerzbank fuerte para el prestigio del país como centro financiero.
Añadió, no obstante, que la dirección estudiaría cualquier propuesta de UniCredit en consonancia con sus obligaciones para con las partes interesadas.
Commerzbank, con más de 25.000 clientes empresariales, casi un tercio de los pagos del comercio exterior alemán y más de 42.000 empleados, es una pieza clave de la economía alemana, motor industrial de Europa.
Aunque UniCredit lleva muchos años interesándose por su competidor alemán más pequeño, la incursión a última hora para hacerse con parte de la participación del Estado irritó a los responsables del Gobierno alemán, dijeron personas con conocimiento del asunto.
Tampoco fue bien recibida en el banco, donde la dirección y los sindicatos temen una reducción de puestos de trabajo. La dirección se preparó para defenderse de la oferta y nombró a unos banqueros para que le asesoraran.
Las conversaciones sobre una adquisición se desarrollan en un momento delicado en Alemania. El Gobierno de coalición, uno de los menos populares de la historia reciente, se prepara para las elecciones nacionales del año que viene.
Los fuertes avances recientes de la extrema derecha y la izquierda están presionando al Gobierno tripartito y, en particular, al miembro más pequeño de esa coalición, el liberal FDP, que dirige el Ministerio de Finanzas, responsable de la venta de participaciones.