La presidenta de la CNMC pide «respeto» al trabajo de los técnicos sobre la OPA de BBVA a Sabadell
«Paciencia» y «respeto» a la CNMC. Eso es lo que ha pedido Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que ha vuelto a defender el trabajo de los técnicos que analizan «con todo el rigor» la opa hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell. En una comparecencia en el Congreso, Fernández ha explicado que la necesidad de ir requiriendo información al Sabadell a medida que la va necesitando es lo que está alargando el proceso, algo que ocurre siempre en una opa hostil, en la que desde el primer momento se cuenta con todos los datos de la empresa proponente, pero no con los de la entidad que es objeto de la oferta.
Fuentes de la CNMC han negado que desde el Sabadell se estén poniendo trabas a entregar la información requerida y han manifestado que «están colaborando con todos estos requerimientos sin demora», pero han incidido en que la agilidad no puede ser la misma que cuando se trata de una opa amistosa -«en la que la información llega por las dos partes con el mismo criterio»- que de una hostil. Según han explicado a Efe, «en ocasiones no coinciden los datos aportados por el BBVA y por el Sabadell, lo que también da lugar a la suspensión de los tiempos». En este sentido, Fernández ha rubricado ante los disputados que «no vamos a dejar de aplicar el rigor que hemos empleado siempre».
Fernández ha querido dejar claro que «no tenemos una primera visión porque nuestros servicios todavía no han sido capaces de obtener toda la información necesaria para tener ese análisis”, señaló Fernández en su comparecencia. “Como pueden imaginar, en el caso de una OPA hostil, tenemos toda la información del notificante, es decir, del adquiriente. Pero no del que es objeto de la OPA». La información que ya tienen del Sabadell la han obtenido “a base de requerimientos que han sido reiterados en la medida de lo necesario, y hemos tenido que hacer ejercicios de compatibilidad de datos, porque en muchas ocasiones la información no es compatible, a diferencia de lo que suele ocurrir con las opas amigables, donde se nos proporciona de entrada toda la información después de un largo proceso de prenotificación, que en este caso no ha existido”.
El estudio que está llevando a cabo Competencia se inició el pasado 30 de mayo y se encuentra todavía por ello en la «primera fase» de análisis técnico, que tiene un plazo máximo de un mes, aunque es extensible sin límite, ya que ese plazo se suspende cada vez que hay que requerir información al Sabadell. En la Comisión de Economía, la presidenta ha confirmado que, cuando termine esa primera fase de análisis, decidirá si aprueba la operación o si pasa a una segunda fase de tres meses, que deberá terminar con la autorización de la opa o con la imposición de «compromisos y condiciones. No es necesario prohibir una fusión en España para eliminar los problemas de competencia que tenga, como ocurre en otro países». En esa tercera fase, el expediente se enviaría al Ministerio de Economía, que a su vez lo elevaría al Consejo de Ministros con la solicitud, en su caso, de las condiciones y compromisos. «Hay que respetar los tiempos y los análisis técnicos con las metodologías establecidas», ha insistido la presidenta de la CNMC, tras recordar que la metodología que se está utilizando es «muy clara» y que ya ha sido aplicada a otros procesos similares.
En definitiva, la presidenta de Competencia recordó que tras el pronunciamiento en primera fase se abriría un segundo estadio de tres meses en los que se podrían fijar compromisos o condiciones de la CNMC y después el Ministerio de Economía elevaría su dictamen al Consejo de Ministros para un dictamen definitivo.
Fernández también ha dicho también que, aunque el Consejo de la Comisión todavía no ha visto un primer análisis de los servicios, van a analizar todos ellos «código postal por código postal», de forma que, si se produce un problema de competencia o el BBVA le presenta compromisos al respecto o le impondrán condiciones al respecto para evitar la falta de competencia en el sector bancario.