Qué es el “tercer estado” que sucede entre la vida y la muerte, según una investigación
El gran misterio de la vida es la muerte. A pesar del avance a pasos agigantados de la tecnología, el ser humano no logró desarmar qué es lo que sucede una vez que se pierde la vida. Sin embargo, en muchas ocasiones, las células, los tejidos y los órganos siguen moviéndose a pesar del deceso. En este sentido, una investigación publicada en la revista especializada Physiology, el 10 de julio pasado, ahondó esta cuestión y brindó una respuesta.
En ciertas circunstancias, el ser humano se preguntó por qué algunos organismos vivos, como son los animales, pueden seguir funcionando ciertas partes del cuerpo a pesar de haber muerto. Este fue el gran desafío para el grupo de investigadores que quiso llevar este estudio para responder de qué se trata este extraño fenómeno.
“Al examinar los mecanismos de supervivencia influidos por el metabolismo y el medio ambiente, esta investigación tiene el potencial de transformar la medicina regenerativa, redefinir la muerte legal y proporcionar conocimientos sobre los límites fisiológicos de la vida, en paralelo con las investigaciones sobre la embriogénesis”, introduce el abstracto del estudio.
El resultado de la investigación fue que existiría un tercer estado entre la vida y la muerte, el cual podría explicar por qué las células continúan funcionando a pesar de la muerte, según el estudio. ¿Qué quiere decir? Que las células adquieren nuevas capacidades que no poseían cuando estaban en vida. Cabe señalar que las células y los órganos pueden subsistir, incluso si el organismo muerte.
Los que se refirieron a esta investigación fueron los líderes del estudio, el profesor Peter Noble, de la Universidad de Washington, Seattle, y Alex Pozhitkov del Centro Médico Nacional City of Hope, Duarte, California, quienes manifestaron a The Conversation: “La vida y la muerte se consideran tradicionalmente como opuestas, pero el surgimiento de nuevas formas de vida multicelulares a partir de las células de un organismo muerto introduce un ‘tercer estado’, que se encuentra más allá de los límites tradicionales de la vida y la muerte”.
Hasta el momento, se considera la muerte como la interrupción irreversible del funcionamiento del organismo en su conjunto; no obstante, ejemplos como la donación de órganos generan preguntas de cómo sigue funcionando después de la muerte. “En nuestra revisión publicada recientemente, describimos cómo ciertas células, cuando reciben nutrientes, oxígeno, bioelectricidad o señales bioquímicas, tienen la capacidad de transformarse en organismos multicelulares con nuevas funciones después de la muerte”, explicaron los autores.
Entonces, este tercer estado desafía la manera en la que todos entienden el comportamiento celular. En este sentido, existen pocos casos en los que los organismos cambian de manera que no están predeterminadas. Por ejemplo, los tumores, organoides y líneas celulares pueden dividirse indefinidamente en la placa de Petri, es decir, no se consideran parte del tercer estado porque no desarrollan nuevas funciones.
En este contexto, los investigadores descubrieron que las células de la piel extraídas de embriones de ranas muertas eran capaces de adaptarse a las nuevas condiciones de una placa de Petri y se reorganizaron en organismos multicelulares llamados xenobots. Estos son los organismos que se extienden más allá de las funciones biológicas originales y, para esto, utilizan sus cilios (estructuras similares a pelos) para navegar y moverse por su entorno. Esta es la respuesta a por qué un organismo puede seguir funcionando a pesar de estar muerto.
LA NACION