Proponen obtener comida de los asteroides para alimentar a los futuros astronautas
El futuro de la exploración espacial tripulada a siglos vista enfrenta a día de hoy numerosas incógnitas y desafíos sobre cómo se llevará a cabo: ¿de qué forma se realizarán los largos viajes de meses de duración? ¿Cómo se solventarán los problemas de salud subsecuentes, como aquellos derivados de los efectos de la radiación? ¿De qué se alimentarán los astronautas de forma sostenible y sin excesiva dependencia de la Tierra?
A esta última cuestión ha tratado de responder con una curiosa propuesta un estudio publicado en la revista International Journal of Astrobiology, editada por la Universidad de Cambridge.
En ella, los tres autores —Eric Pilles y Richard I. Nicklin, del Instituto para la Tierra y la Exploración del Espacio de la Universidad de Ontario Occidental, por un lado; y Joshua M. Pearce, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computacional de la misma universidad, por otro— exponen nada más y nada menos que una forma de producir biomasa comestible sería convirtiendo los hidrocarburos presentes en los asteroides. Concretamente, en las condritas carbonosas, un tipo de asteroide con hasta un 10,5 % de agua y abundante materia orgánica.
Para realizar esta clase de minería, sería necesaria la descomposición con altas temperaturas de estos compuestos en entornos sin oxígeno, lo que se conoce como pirólisis experimental. Según teorizan los autores, los hidrocarburos resultantes podrían ser posteriormente utilizados por microbios para consumir el material orgánico y producir biomasa de valor nutricional.
Estimaciones
Con ese método, estima el estudio, se podrían producir entre 50 y 6.550 toneladas métricas de biomasa comestible con las calorías necesarias para sustentar entre 600 y 17.000 años de vida de futuros astronautas, dependiendo de si se usaran solo los hidrocarburos alifáticos o toda la materia orgánica insoluble de los asteroides.
«Basándose en estos resultados, este enfoque de utilizar el carbono de los asteroides para proporcionar una fuente de alimentos distribuida para los humanos que exploran el sistema solar parece prometedor, pero hay áreas sustanciales de trabajo futuro necesarias», concluye el estudio, que como es lógico subraya que todavía será necesario realizar más estudios para analizar cómo se llevaría a cabo este proceso, así como si el alimento resultante sería o no apto para el consumo.