¿Vida bajo el hielo de Marte? Un estudio sugiere que se dan las condiciones necesarias para la fotosíntesis
La capa helada absorbería los altos niveles de radiación que esterilizan la superficie del planeta rojo, pero permitiría pasar la luz suficiente para sustentar vida microbiana
17 oct 2024 . Actualizado a las 19:36 h.
Aunque nunca se ha encontrado evidencia real de vida en Marte, un estudio realizado por científicos de la NASA, publicado este jueves en la revista Nature Communications Earth & Environment, sugiere que el agua derretida bajo el hielo formado en la superficie del planeta rojo reúne las condiciones necesarias para que se produzca la fotosíntesis y, por tanto, para sustentar vida microbiana.
Aunque los altos niveles de radiación ultravioleta procedente del Sol hacen imposible la vida en la superficie de Marte, una capa de hielo lo suficientemente gruesa, capaz de absorber esta radiación, podría proteger las células que viven bajo esta superficie. Esto solo sucedería en la llamada «zona habitable», lo suficientemente superficial para recibir la luz necesaria para la fotosíntesis y, a la vez, lo suficientemente profunda para estar protegida de los rayos ultravioletas.
Al carecer de capa de ozono, Marte cuenta con una atmósfera muy tenue, por lo que la radiación procedente del Sol alcanza su superficie con tal fuerza que la esteriliza para la vida, explica en declaraciones a la agencia informativa científica SMC España el geólogo planetario Antonio Molina. «Por eso se consideran mucho más habitables las zonas bajo la superficie donde, a escasos centímetros de profundidad, los efectos más devastadores se neutralizan». Los autores del estudio calculan que, si bien la nieve o el hielo por sí solos no serían suficientes para amortiguar el efecto nocivo de la radiación, el hielo mezclado con partículas de polvo no solo sí lo haría, sino que además permitiría que los organismos fotosintéticos aprovechasen esa energía resultante. La clave es dar con la profundidad exacta a la que la vida pudiese prosperar.
Para César Menor Salván, profesor de Bioquímica en la Universidad de Alcalá, este trabajo tiene, sin embargo, considerables limitaciones: «Se basa en la vida terrestre y, en concreto, en las cianobacterias, bacterias fotosintéticas terrestres. Supone que una potencial vida marciana pudo evolucionar de la misma manera, con mecanismos fotosintéticos, ADN y resistencia a la radiación ultravioleta similar a la de aquí». Es, además, un estudio puramente teórico y no parece que sus autores hayan tenido en cuenta efectos como la sublimación del hielo a la baja presión marciana, apunta el experto. Por su parte, Molina agrega que también habría que considerar el efecto de los rayos cósmicos, limitados en la Tierra.