Clamor de miles de personas en las calles de Gernika contra el nuevo Guggenheim proyectado en Urdaibai
Miles y miles de personas han salido a la calle este sábado en Gernika contra el proyectado nuevo museo Guggenheim en Urdaibai, la única reserva de la biosfera de Euskadi. Se trata de un plan con doble sede, en los astilleros de Murueta y en la antigua fábrica de Cubiertos Dalia de la propia Gernika. La Diputación de Bizkaia ha puesto 40 millones de euros -lo hizo el propio Imanol Pradales cuando era diputado foral- y el PNV propició que el Estado pusiera otros 40 millones. La protesta ha coincidido con el vigésimo séptimo aniversario de la apertura del Guggenheim de Bilbao en 1997.
“Es algo que nos lo han impuesto y que no responde para nada a las necesidades que tiene la comarca. Por ello, todos los que queremos a Urdaibai daremos un ‘no’ rotundo a este plan”, ha clamado Eider Gotxi, portavoz de los convocantes, según declaraciones recogidas por EiTB. Sostienen también que la normativa en vigor no permite el proyecto. El lema elegido y que se podía leer en la pancarta era muy simple: “Guggenheim Urdaibai Stop”. También se ha empleado el lema “Urdaibai ez dago salgai”, es decir, que la comarca “no está en venta”. La convocatoria se había hecho con decenas de pequeños peces que, unidos, podían enfrentarse al pez grande.
La marcha ha contado con el arrope de diferentes organizaciones y personas conocidas. En el plano político, han participado partidos como EH Bildu, IU, Sumar o Podemos. También sindicatos como ELA, LAB o CCOO o rostros del mundo de la cultura y la universidad, así como plataformas ecologistas locales o internacionales, como Greenpeace. Bengalas, txalaparta y hasta la bertsolaritza han aderezado la tarde. Los promotores estaban encantados de que la oposición al nuevo Guggenheim haya tenido eco en el ‘The Guardian’ británico.
En noviembre de 2022, siendo diputado vizcaíno, el ahora lehendakari Imanol Pradales “blindó” 40 millones de euros para las obras. Uno de los lemas que se han empleado estos años en la zona es “Menos Pradales y más humedales”. El PNV también arrancó al Estado -en cuyo Gobierno participan algunas de las formaciones que ahora se oponen- otros 40 millones para el mismo objetivo. El Gobierno vasco de Iñigo Urkullu nunca llegó a defender el plan ni a dotarle de presupuesto, pero el nuevo Ejecutivo sí lo tiene en su agenda. La novedad, verbalizada la pasada semana por la vicelehendakari y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea, es que se entiende que ha llegado la hora de “contrastar” el alcance del plan con la ciudadanía de la zona.
Bengoetxea pidió expresamente dar “el pause” a la “confrontación” y trató de hacer ver que el Guggenheim es solamente una pata de la revitalización de la zona de Busturialdea. La comarca tiene importantes problemas de saneamiento y abastecimiento de aguas. Técnicamente, hace ya tres lustros se planteó otro segundo Guggenheim, aunque el PNV pisó el freno. En aquella ocasión el emplazamiento elegido eran las colonias de Sukarrieta. Colectivos locales han presentado recursos judiciales para intentar frenar movimientos como la modificación ‘ad hoc’ de la ley de Costas.