La energía del público del FIC fue “combustible” para el Trío Paddington
▲ La pianista estadunidense Stephanie Tang, el chelista irlandés Patrick Moriarty y la violinista finlandesa Tuulia Hero.Foto cortesía del FIC
Alondra Flores Soto
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 25 de octubre de 2024, p. 4
Guanajuato, Gto., Nuestro trabajo de músicos es que, en el lugar que sea, tenemos que hacerlo funcionar, aunque no toquemos en una sala de conciertos; puede ser una hermosa iglesia y eso cambia nuestra percepción del espacio y cómo proyectamos nuestro sonido, aunque no sea fácil. Aun así, disfrutamos mucho. Lo que hace especial cada concierto es el público y la energía que brinda
, afirman en entrevista los integrantes del Trío Paddington en su visita al 52 Festival Internacional Cervantino (FIC).
Su debut como conjunto en 2020 fue en la enorme estación de tren Paddington, en Londres, famosa por el tierno personaje de un oso y por ser una de las más antiguas de la ciudad. Sin embargo, es un foro poco común para un concierto de música clásica. Al hacer su primera presentación en este agitado sitio no tenían nombre, así que la pianista estadunidense Stephanie Tang, la violinista finlandesa Tuulia Hero y el chelista irlandés Patrick Moriarty lo eligieron para marcar su carrera. Los tres hicimos de Londres nuestro hogar
.
Una pequeña iglesia barroca del siglo XVII fue el sitio en el que ofrecieron un concierto en Guanajauato, en el Templo del Señor Santiago Apóstol, en el barrio de Marfil, a unos seis kilómetros del centro. Un lugar abandonado, después de un arduo trabajo de recuperación funciona durante el festival como un foro para recibir a ensambles de música antigua y contemporánea. El sábado pasado, el Trío Paddington sorprendió con un cambio en un par de las piezas que interpretaron.
Iniciaron con el trío Gitano, de Joseph Haydn, basado en la música folclórica de Hungría, con mucho humor
; siguieron con uno de los tríos más famosos del romanticismo compuesto por Felix Mendelssohn en Re menor, en lugar del Johannes Brahms, como estaba anunciado. Después de un intermedio, continuaron con Freakshow, del irlandés Sam Perkins, la cual se estrenó en 2016 con motivo del centenario del movimiento de independencia de Irlanda. Creó miniaturas honrando a muchas personas. Es una gran pieza para introducir a las audiencias a la música contemporánea, lo cual algunas veces es muy difícil de conseguir. Pero esta obra es tan vívida en sus descripciones, que cualquiera puede oír y entender. Realmente amamos tocarla
, describió Moriarty sobre el trabajo de su compatriota.
El concierto finalizó con una pieza, probablemente la que más tocamos. Es un trío de Dmitri Shostakóvich. Empezamos a trabajar en ella durante el confinamiento y significa mucho para nosotros. Este programa nos representa como trío
.
Durante el concierto, de pie, a un lado de las bancas de la iglesia, un hombre mayor observaba absorto durante el último tema que interpretó el trío. Al culminar, volteó hacia su esposa y su hijas, sentadas a un lado, para afirmar muy emocionado: esto fue difícil
.
Para los integrantes de Paddington la energía del público es la que funciona como combustible, especialmente la maravillosa
que obtuvieron en Guanajuato, dijeron durante unos minutos de conversación antes de partir a San Miguel de Allende, para otra de sus presentaciones. En Irapuato ofrecieron su tercer concierto, en la que fue su primera visita a México desde el Reino Unido.
Notablemente felices, muy amables y vivaces, los tres músicos menores de 30 años dicen haber disfrutado la Ciudad de México, especialmente los tacos, el Museo Nacional de Antropología y la Casa Azul, en Coyoacán, donde vivió Frida Kahlo.
El Trío Paddington es catalogado como uno de los conjuntos de cámara más apasionantes de su generación, reconocido en concursos internacionales y actuaciones en vivo por sus frescas interpretaciones y su exuberante energía
.
Al preguntarles si es difícil acercar a los jóvenes a la música contemporánea, responden: “En nuestra experiencia, pensamos que las piezas que tocamos, por ejemplo Freakshow, es lo que más resuena en los jóvenes, porque es muy tangible, escrito en 2016. Hay otro par que interpretamos que fueron compuestas en los pasados 10 años. Los jóvenes que van a nuestros conciertos dicen que son las que más les gustan, aunque no sepan de música clásica.
“Como un chico de unos ocho años que fue a un concierto a principio de año y nos dijo: ‘¡Freakshow, freakshow!’”