Sánchez confía en haber abierto la puerta del mercado indio a las empresas españolas
La delegación española que acompaña a Pedro Sánchez en su viaje oficial a la India ha quedado impactada esta semana por las enormes posibilidades que encuentran en el país, un gigante de 1.400 millones de personas, el más poblado del mundo, que está en plena expansión y tiene planes de desarrollo de infraestructuras multimillonarios, no solo militares sino también civiles. Sánchez ha viajado con dos ministros ―Óscar Puente y Jordi Hereu—, su equipo habitual con su principal asesor económico, Manuel de La Rocha, y un grupo de empresarios entre los que están los máximos responsables de compañías como Navantia, que aspira a un contrato de 4.800 millones de euros. La sensación que trasladan fuentes de la delegación es que todos confían en haber abierto la puerta a una serie de contratos e inversiones multimillonarias en un país en crecimiento con grandes opciones para las empresas españolas.
Puente está explorando posibilidades de negocios para las empresas de ferrocarril, la forma de transporte más común en un país inmenso cuyos trenes están obsoletos. España puede vender trenes nuevos y tecnología o también los que ya no se usen tras las renovaciones en marcha, algo muy habitual con países en desarrollo.
En India además se están construyendo siete aeropuertos nuevos cada año, y España tiene en AENA uno de los mayores gestores aeroportuarios del mundo. La delegación española ve oportunidades en casi todos los sectores en los que España es puntera. Hereu también ha utilizado la visita para apoyar a la industria española en un país de posibilidades casi ilimitadas.
Sánchez aprovechó su encuentro con el primer ministro indio, el nacionalista Shri Narenda Modi, para presionar a favor de Navantia en el contrato multimillonario que disputa con la alemana Thyssen Krupp, pero el viaje y las negociaciones van mucho más lejos, según fuentes de la delegación. La relación entre los dos países en esta visita —la primera de un mandatario español a la India en 18 años— ha dado un salto muy notable, según apuntan fuentes de La Moncloa.
El embajador indio en España, Dinesh Kumar Patnaik, fue muy claro en un encuentro con Sánchez. Las imágenes del día anterior, en las que el líder español y el indio recorrieron las calles de Vadodara subidos a un descapotable saludando a decenas de personas que salieron a las calles, un recibimiento que Sánchez no ha tenido en ningún otro país, causaron mucho impacto en la India, según el embajador. “Hace 500 años lo intentaron por el otro lado y descubrieron América, pero ahora sí se puede decir que España ha llegado a la India: fue ayer”, bromeó.
Durante la inauguración de unas jornadas en Bombay, la capital económica del gigante asiático, Sánchez ofreció a España como puerta de entrada en Europa para la India, y animó a las empresas indias a invertir en España y viceversa. “Somos una economía abierta, que es la base ideal para expandir en el resto del mercado europeo. Somos el líder en crecimiento en el mundo occidental, como ha confirmado el FMI. El potencial de la relación entre la India y la Unión Europea es enorme, debemos avanzar en las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre la UE y la India”, dijo Sánchez.
En la India, el presidente también está acompañado por Begoña Gómez, su esposa, algo poco habitual en este tipo de viajes oficiales. Gómez sí suele acudir a cumbres donde hay agenda propia para los cónyuges de los líderes, pero es mucho menos frecuente su presencia en viajes bilaterales. La oposición ha convertido el caso Gómez, que investiga el juez Juan Carlos Peinado, en un elemento central del ataque a Sánchez, pero La Moncloa asegura que ella ha viajado porque el Gobierno indio la ha invitado.
Gómez tiene agenda propia en el viaje, y el lunes visitó en Vadodara una universidad privada, Parul, donde aprovechó para reunirse con varios representantes de empresas emergentes indias. La esposa de Sánchez también se ha reunido con varias ONG en Bombay y ha visitado el museo CSMVS. Además, estará presente en su visita a Tata, la gran multinacional india, que tiene un gran contrato militar con Airbus que afecta en especial a su fábrica en Sevilla, y a Bollywood, el gran centro de producción cinematográfica del gigante asiático, mayor incluso que Hollywood.