Blackrock se compromete con el Gobierno a mantener a Naturgy en Bolsa
El fondo internacional Blackrock asumió varios compromisos sobre Naturgy con el Gobierno para obtener su visto bueno y cerrar la compra de la gestora de fondos GIP, titular del 20,6% de la energética española. Entre ellos, destaca el apoyo a las inversiones de la compañía en renovables, el mantenimiento de la sede social en España y no promover ninguna propuesta de exclusión de Bolsa. Los compromisos adquiridos por Blackrock son similares a los que el fondo australiano FMI asumió cuando entró en el capital de la multinacional gasista.
La gestora estadounidense ha informado esta noche en un comunicado a la CNMV del acuerdo alcanzado con el Gobierno el pasado 17 de septiembre. El Ejecutivo español revisó la operación a fondo porque considera a Naturgy como una empresa estratégica para el país. La cotizada es la primera gasista de España y la tercera eléctrica.
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Por su parte, Blackrock asume los compromisos mientras sea accionista, pero los planes del gigante de la inversión es vender su participación. De hecho, el primer accionista de Naturgy, Criteria Caixa, trató de armar una reestructuración del accionariado hace unos meses con la entrada de la emiratí Taqa para dar salida tanto a GIP como a CVC, aunque la operación finalmente no salió adelante.
En los próximos tres años, Blackrock se compromete a no presentar al consejo de administración ni a la junta general de accionistas ni auspiciar ninguna propuesta de exclusión de negociación de las acciones de Naturgy en las Bolsas españolas.
El fondo también asume la obligación de apoyar durante los próximos cinco años el mantenimiento del domicilio social
El fondo también asume la obligación de apoyar durante los próximos cinco años el mantenimiento del domicilio social y la sede efectiva de la gestión y dirección en España, así como una parte significativa de la plantilla del grupo.
En este sentido, se compromete a dar respaldo a la inversión de Naturgy en proyectos vinculados a la transición energética en España que contribuyan a generar valor a largo plazo, sean sostenibles y se ajusten a los estándares del mercado en términos de rentabilidad y perfil de riesgo.
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Por otra parte, tampoco presentará a los máximos órganos de gobernanza de la compañía ninguna propuesta de desinversión (distinta de las reflejadas en el plan estratégico) que suponga una pérdida de control de las filiales que pudiera poner en riesgo el buen funcionamiento de las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural en España.
Además, apoyará una política prudente de dividendos, que permita acometer la política de inversión vinculada a la transición energética, así como una política de endeudamiento externo que permita mantener la calificación crediticia en grado de inversión y un endeudamiento en sus filiales en línea con las recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC).