El relevo de Ribera por Aagesen ancla energía a medio ambiente y frustra la aspiración de …
Dos certezas en una, una confirmada y aún no oficial. La salida del Gobierno de Teresa Ribera hacia la Comisión Europea convertirá a su hasta ahora número dos en Energía, Sara Aagesen, en la nueva vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, y también anclará en este ministerio junto al medio ambiente las competencias sobre energía, frente a las aspiraciones que ante el cambio acariciaba el sector industrial de que volvieran al Ministerio ahora de Jordi Hereu.
La reivindicación de que la secretaría de Estado de Energía volviera al Ministerio de Industria existe desde que en 2018 el recién llegado presidente, Pedro Sánchez, la desgajara de él para llevarla a una nueva y potente cartera, de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Como se ha visto desde entonces, y particularmente durante la crisis de precios de la energía de 2022, Energía ha sido la pata más potente de un Ministerio que, también como novedad, reúne las competencias de Medio Ambiente -tradicionalmente en manos de Agricultura-. A pesar de que, como señalan fuentes del sector, incluso «perdió su nombre».
Si en gobiernos anteriores había habido un Ministerio de Industria y Energía o de Industria, Energía y Turismo, la energía pasaba a ser un elemento clave -pero ‘anónimo’- en la Transición Ecológica, para el despliegue renovable y en asociación con las políticas de medioambiente, que en muchas ocasiones el sector de la energía y el industrial ven como un freno. El Ministerio ni siquiera se llamó de «transición energética», se lamentan en el sector de la energía donde, por otra parte, la ‘favorita’ para suceder a Ribera era Aagesen, con la que han trabajado todos estos años y en torno a cuyo buen talante hay unanimidad.
Sin embargo, la designación de la hasta ahora número dos de Ribera en materia energética, disipa las dudas de que la secretaria de Estado, y con ella sus competencias, fuera a cambiar de Ministerio. Seguirá en manos de quien en buena medida la ha pilotado hasta ahora, con buena parte de la responsabilidad en difíciles negociaciones en la UE para sacar adelante el mecanismo ibérico o la reforma del mercado eléctrico o en la Cumbre del Clima, para iniciar el camino hacia el final de los combustibles fósiles, y, de nuevo en España, con buena parte de la autoría del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, la estrategia energética y de descarbonización del Gobierno de aquí a 2030.
Uno de los sectores que más esperaba que Energía hubiera vuelto a unirse a Industria en la inminente crisis de Gobierno es el de las industrias de la cogeneración. Papeleras, metalúrgicas, petroquímicas, cerámicas o alimentarias que llevan años esperando que el Ministerio lance una subasta para vender su excedente de la electricidad que generan con gas natural y que representa unos ingresos claves para poder sobrevivir. En estos momentos, hasta 111 plantas industriales, el 25% del sector en España, no tiene un régimen de retribución vigente y está «en riesgo inminente de deslocalización» si no quiere cerrar, advierten desde hace meses en un sector que sospecha que la demora para convocar una subasta para vender su electricidad tiene que ver con que viene del gas natural y no de fuentes renovables.
Este cambio también habría sido coherente con el nuevo aire de los tiempos. Si el Ministerio que ahora dirigirá Aagesen se creó en plena ola de la transición verde y la descarbonización, ahora corren tiempos más complicados, con la competitividad europea languidenciendo frente a regiones menos exigentes con el recorte de emisiones y el medio ambiente o, volviendo a la propia Ribera, con una Comisión Europea en la que su cartera se llama de Transición Limpia, Justa y Competitiva y tendrá que coexistir con otra vicepresidencia, de Prosperidad y Estrategia Industrial.
Aagesen también mantiene la Vicepresidencia
Sin embargo, Sánchez ha apostado por que Energía siga vinculada con Medio Ambiente, a pesar de que desde que se difundió el relevo de Ribera por Aagesen ni Moncloa ni el Ministerio ha querido confirmar que el organigrama seguirá siendo el de 2018. También aseguran que el Ministerio «va a seguir como estaba» fuentes del PSOE vinculadas con estas materias, con una nueva ministra, Aagesen, que «garantiza continuidad y consistencia», con la tarea que hasta ahora desempeñara Ribera.
Desde el sector renovable, en estos momentos de incertidumbre no saben valorar si es mejor que Energía siga en Transición Ecológica o pasara a Industria. Lo que sí está claro es que tiene ante sí numerosas tareas postergadas por su antecesora: desde sacar la subasta de la eólica marina, hasta la retribución y planificación de redes de electricidad, pasando por fortalecer las comunidades energéticas en el nuevo decreto de autoconsumo o hacer desplegar el almacenamiento.
Sí lo aplaude el ámbito ecologista, para quien era clave mantener ligada la energía con el medio ambiente y también que la cartera mantenga el rango de Vicepresidencia -tercera-, que consideran que da un paraguas para que la lucha climática cale en todas las políticas del Gobierno. Además de Industria, Aagesen tendrá que coordinarse con Transportes o Agricultura, dicen desde una de las organizaciones ecologistas que asesoran a su Ministerio. Desde allí, ya le ponen «deberes» en su nueva etapa como ministra: aumentar la financiación para la transición ecológica, convertir a España en «líder climático» mundial y garantizar la recuperación de la biodiversidad, un ámbito en el que señalan que «todavía no la han visto», puesto que hasta ahora sus tareas se centraban en energía.