Sergio Ramírez recibe el título de doctor honoris causa de la Universidad de Guadalajara
Sergio Ramírez recibe el título de doctor honoris causa de la Universidad de Guadalajara
De la Redacción
Periódico La Jornada
Jueves 5 de diciembre de 2024, p. 3
Las palabras se vuelven temibles porque tienen filo, porque desafían, porque no se les puede someter, porque son la expresión misma de la libertad. Porque contradicen la palabra oficial y desafían la narrativa urdida por las maquinarias de propaganda
, aseveró el escritor Sergio Ramírez al recibir ayer el título de doctor honoris causa de la Universidad de Guadalajara (UdG), como reconocimiento a su invaluable legado y su contribución a la cultura y la literatura hispanoamericanas.
En una ceremonia realizada en el paraninfo Enrique Díaz de León, el rector de esa casa de estudios, Ricardo Villanueva Lomelí, indicó que el autor nacido en Nicaragua se une a la comunidad universitaria y a grandes figuras del pensamiento, la política, el arte y la cultura, y queremos valorar también su dedicación al periodismo
.
En su discurso de aceptación, Ramírez reconoció que la UdG le devuelve el título académico que la represión de su país le retiró.
Como abogado y político, Sergio Ramírez participó en el Grupo de los 12, que apoyó la lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional contra la dictadura de Anastasio Somoza. Trabajó en la reconstrucción de su país en 1979 y fue vicepresidente de Nicaragua de 1985 a 1990, durante el gobierno de Daniel Ortega, hasta su candidatura a la presidencia de esa nación en 1996.
Ha vivido en el exilio durante varias etapas de su vida hasta perder su nacionalidad y adquirir la española y ecuatoriana por denunciar las tiranías que nunca dejan de sentirse amenazadas por las palabras. El poder que se ejerce como crueldades y exceso tiene rostro de piedra, y es contrario a la verdad, a las verdades, a la invención y el humor y a la risa
, subrayó el narrador.
El premio Cervantes 2017 recordó a colegas que, como él, escribieron su obra en el exilio: Rómulo Gallegos, Juan Bosch, Rodolfo Walsh, Augusto Monterroso, Luis Cardoza y Aragón, Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti y Guillermo Cabrera Infante, entre otros.
Porque la vida del exilio se vuelve una mezcla de ansiedad, infortunio, gratificaciones; la bondad se cruza con las incomprensiones, la solidaridad con los desentendimientos
, expresó.
Retirado de la política desde hace años, Sergio Ramírez (quien estos días funge como curador literario de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara) aseguró que en esta etapa de su vida, a sus 82 años, puede cambiar y desafiar la realidad en los libros, pues su oficio siempre será la escritura: “La política envejece; no así la literatura, para la cual no hay tercera edad.
Un viejo anquilosado en el poder se vuelve grotesco, un esperpento útil sólo como personaje de la literatura. Un escritor, por el contrario, puede morir escribiendo sin volverse nunca patético, siempre que cuente con el favor de sus diosas tutelares: memoria e imaginación.
El autor de Margarita, está linda la mar (Premio Alfaguara 1998) compartió cómo después de la acusación por traición a la patria en Nicaragua, el gobierno lo borró de los registros, le retiraron la nacionalidad y hasta el título de abogado.
La Universidad de Guadalajara me devuelve hoy el título académico que la represión de la dictadura me ha quitado. Hablo, pues, a ustedes desde la cátedra de mi universidad, la Universidad de Guadalajara, bajo las vestiduras académicas que me confirman que soy uno de sus hijos
, concluyó.