Año negro laboral para el automóvil: miles de despidos en Volkswagen, Nissan, Ford o General Motors
Los grandes nombres del automóvil cierran un año bastante complicado. Por un lado, porque los fabricantes europeos, estadounidenses y japoneses siguen con el pie cambiado ante la creciente competencia china, con marcas capaces de vender coches eléctricos mucho más baratos. Por otro, porque tanto la Administración estadounidense como la Comisión Europea han planeado una batería de aranceles para tratar de poner freno a las importaciones de vehículos más económicos. Y a eso se suma un mercado donde las ventas no aceleran y un desajuste en sus estrategias de producción que, como suele ocurrir, va a traducirse en miles de despidos y bajas incentivadas. Un recorte de personal que las compañías van anunciando con cuentagotas pero, prácticamente, sin descanso.
La última multinacional en confirmar un recorte de plantilla ha sido Volkswagen. Desde hace meses sobrevolaba la amenaza de cierres y despidos en Alemania, algo que nunca había pasado y que conlleva un terremoto económico y político cuando solo quedan unas semanas para las elecciones generales en ese país. Finalmente, el fabricante de coches ha llegado a un acuerdo con el poderoso sindicato IG Metall que pasa por 35.000 bajas de aquí a 2030, pero de forma pactada y sin cierres.