Pesca y acuacultura | Periodico El Vigia
Hace más de medio siglo se afirmaba que el futuro del país estaba en el mar, y en el caso de la península de Baja California, al contar con dos costas y una variedad de especies marinas de alto valor, en su mayoría de exportación, todo hacía pensar que la principal actividad productiva en esta región sería la pesca.
Sin embargo, debido al embargo decretado en 1991 por una corte federal de San Francisco, California, en contra de las exportaciones mexicanas de atún aleta amarilla, justo cuando el puerto de Ensenada se consideraba la capital mundial del atún, la flota nacional se desmanteló, cerraron las plantas empacadoras y se perdieron casi más de siete mil empleos directos en el municipio.
Además, la crisis del sector pesquero se agudizó por el desinterés del gobierno por invertir en acuacultura, combatir la pesca furtiva y promover artes de captura sustentables.
Pero ahora se registra un resurgimiento de la industria pesquera en México, siendo otra vez punta de lanza Baja California.
De acuerdo a cifras preliminares, en 2024, México cerró con una producción pesquera y acuícola de 2 millones 33 mil 654 toneladas, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Al 30 de noviembre pasado, se reportaron 273 mil 941 toneladas de producción por medio de acuacultura, mientras que la mayoría, un millón 759 mil 713 toneladas, fueron obtenidas por medio de la pesca.
“El valor económico de la producción para el mismo periodo ascendió a 37 mil 588 millones de pesos, de los cuales 18 mil 275 millones de pesos son de la acuicultura y 19 mil 313 millones de pesos de la pesca”, detalló la Sader, tomando datos del Sistema de Información de Pesca y Acuacultura.
En el caso de la producción por medio de pesca, Sonora se posicionó como la entidad principal, con más de 656 mil toneladas, en tanto Baja California reportó más de 334 mil toneladas, y Sinaloa, 320 mil 944 toneladas, resaltó la Sader.
Los estados de Sonora y Sinaloa también se destacaron como los de mayor producción por medio de acuacultura, con más de 187 mil toneladas en conjunto.
Mientras que por medio de la producción acuícola el camarón, la mojarra y el atún fueron las especies principales, en la pesca destacó la sardina y la anchoveta.
“En 2024 se sumaron dos mil 961 personas en la pesca responsable, entre tripulantes, rederos de embarcaciones mayores y pescadores de embarcaciones menores con, gracias a los 61 cursos realizados en los principales puertos y campos pesqueros ribereños”, precisó la dependencia.
No obstante, más de una tercera parte -34 por ciento- de las pesquerías en México registra un severo deterioro, lo que representa caída en las capturas y un riesgo para la seguridad alimentaria, advirtió Oceana.
Esteban García-Peña, coordinador de Investigaciones y Política Pública de la organización ambientalista, explicó que existen en las aguas del país alrededor de 730 especies de peces, de las cuales las que son explotadas comercialmente están agrupadas en 83 pesquerías.
Y entre ellas, alertó, 25 están en malas condiciones, incluyendo pargo, huachinango, robalo, mero, camarón rosado de Campeche y camarón azul de Sinaloa.
Las causas, señaló, tienen que ver tanto con el cambio climático como con la pesca ilegal.
Alrededor de 40 por ciento de la pesca en México es ilegal, y de la que es formalmente legal una parte ha pasado por un proceso de blanqueo en la cadena de valor para ocultar su origen irregular.