Así se gestó el viernes la salida de Álvarez-Pallete de la presidencia de Telefónica
La salida de José María Álvarez-Pallete de la presidencia de Telefónica se cocinó el pasado viernes por la tarde de forma sorpresiva. La escena se produjo en el Palacio de la Moncloa, en un encuentro en el que Manuel de la Rocha, jefe de la Oficina Económica de la presidencia del Gobierno ejerció de anfitrión. Asu lado esperaba un representante de Criteria y un directivo de Saudi Telecom, ambos conocedores del terremoto que estaba a punto de sacudir los cimientos de Telefónica.
Como el alumno que acude al despacho del director del colegio, Álvarez-Pallete debió imaginar por el camino el alcance de un encuentro que no prometía nada bueno para su futuro. Las dudas se despejaron casi al instante, donde se dejaron claro las intenciones del Gobierno respecto a su inminente relevo en la presidencia de la compañía. Según ha podido saber elEconomista.es, Manuel de la Rocha desveló el deseo de los nuevos accionistas de la teleco para confiar el primer mando ejecutivo del grupo a Marc Murtra, presidente de Indra, tal y como se confirmó este sábado, con las decisiones del consejo de la teleco para confiar el primer mando ejecutivo del grupo a Marc Murtra, presidente de Indra.
Fuentes conocedoras de la situación han indicado a este periódico que Álvarez-Pallete mostró su voluntad de cumplir con los deseos de los principales accionistas, sin poner trabas en un proceso que primero deberá acordar el consejo de administración de la compañía y después la junta de accionistas en una convocatoria extraordinaria, cuyo plazo deberá esperar al menos 30 días naturales, nunca antes del próximo 17 de febrero.
En la misma cita no intervino ningún representante de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), pese a que este grupo controla el 10% del capital de Telefónica, la misma participación que Criteria y el porcentaje que espera materializar en las próximas fechas Saudi Telecom Company (STC).
Tanto la Sepi como Criteria Caixa avalan la candidatura de Murtra en la toma de la presidencia de Telefónica. De hecho, el actual presidente de Indra forma parte del patronato de la fundación bancaria La Caixa, presidida por Isidro Fainé, vicepresidente del consejo de Telefónica.
También Saudi Telecom (STC), actualmente con el 4,9% del accionariado de Telefónica y en espera de alcanzar próximamente el 10% pretendido desde hace más de un año, estaría alineado con el Gobierno. El primer ejecutivo del grupo saudí, Olayan Alwetaid, se reunió el pasado septiembre con Carlos Cuerpo, ministro de Economía, para establecer una serie de pactos del interés para ambas partes con el objetivo de desbloquear la conversión de derivados en acciones de pleno derecho, sin que ello represente una amenaza para los intereses estratégicos del país.
La sintonía entre el Gobierno y Murtra es directa. Entre otros detalles, porque la designación al frente de Indra del ingeniero de 53 años nacido en Blackburn (Inglaterra) estuvo marcada por el interés de Sepi, grupo que atesora el 28% de la compañía especializada en tecnología de defensa y seguridad. Ante el presumiblemente inminente asalto del Gobierno a la cúpula de la teleco, el liderazgo de Murtra en Telefónica reforzaría al ejecutivo de Pedro Sánchez en su intención de no ampliar la representación de Sepi en el consejo de Telefónica, ya con la presencia de Carlos Ocaña.
Por otra parte, STC no dispone de representación en el consejo de Telefónica, pero todo apunta a que el grupo saudí contará en breve con una plaza en el órgano de gobierno de la teleco, una vez que el fallecimiento de Javier Echenique dejó ese asiento huérfano el pasado diciembre.
En el hecho relevante compartido este sábado por Telefónica a través de la CNMV se desvela la opinión consensuada del consejo de administración, donde se alude no solo la nueva estructura accionarial de la sociedad sino que «algunos de sus accionistas relevantes han expresado la conveniencia de emprender una nueva etapa en la presidencia ejecutiva». Antes esos argumentos, escaso margen de maniobra quedó para los consejeros para contradecir a la Sepi, Criteria y STC sin más cuidado de respetar el informe favorable de la Comisión de Nombramientos.