Muestra Malena Díaz un viaje onírico por la cultura del maíz
▲ Dos de las imágenes que integran La trenza, de la tlaxcalteca Malena Díaz, que retrata la fiesta del maíz en San Juan Ixtenco, donde las mazorcas se entretejen y se colocan en las puertas de las casas para tener una buena cosecha.Foto cortesía de la artista
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 23 de enero de 2025, p. 3
Madrid. La fotógrafa y artista visual mexicana Malena Díaz evoca en su serie La trenza la cultura milenaria del maíz, de la tierra que protege los cultivos de las mazorcas multicolores que emergen como celebración de la vida.
Las 13 fotografías que forman la serie se exponen en el Instituto de México en España para mostrar la enorme diversidad de esta semilla ancestral que se encuentra en el corazón de la cultura mexicana, pero también para resaltar la importancia de la mujer en el trabajo del campo, como esa madre protectora
o Pachamama
que evita que la vorágine del mundo moderno aniquile los métodos tradicionales de velar por la riqueza del maíz y sus numerosas variedades.
Malena Díaz (Tlaxcala, 1972) explicó en entrevista con La Jornada que desde hace más de 10 años ha dedicado su vida a la cultura del maíz y así será para el resto de mis días
.
Fue una especie de revelación que vivió cuando volvió a su ciudad natal –donde ya comenzó el rescate de materiales o productos olvidados– después de pasar una larga temporada en París. Cuando regresó fue a la fiesta del maíz en el pueblo de San Juan Ixtenco, donde además de ver por primera vez la colocación de mazorcas de maíz entrelazadas en las puertas de las casas para velar por una buena cosecha, también conoció a dos personas esenciales en su viaje sin retorno por la cultura de este grano: Simón y Ana, dos campesinos mexicanos que cultivan cada año hasta 12 variedades de semillas de maíz y en las que ha identificado hasta 180 colores distintos.
“En mi pueblo, Huamantla, vivo rodeada de maíz; al lado está Ixtenco, que también está envuelta por esta planta. La trenza simboliza la unidad que se crea a través de la cosecha y es un homenaje a las mujeres. Cuando empecé a hacer esta serie me inspire en la trenza que se hace cuando se cosecha, que suele ser de dos o tres mazorcas, y se cuelga en los techos para que sea mejor la cosecha del próximo año. Yo quise hacerla más larga para hacer una alusión más onírica a esa creencia. Y así fue como surgió la trenza, que también me recordaba a la de mi abuela y a la de las mujeres que trabajan en el campo.
La trenza es el tejido social que se crea durante el intercambio de semillas y cosechas. Si todos estamos aquí es porque nos toca ser parte de este eslabón trenzado, que no debe deambular en la oscuridad. La luz nos espera como las trenzas de tu abuela que te esperaban con un plato caliente de quelites sólo hervidos, como cuando tu madre trenzaba tu pelo para que no se enredará y te llevaba a la cama para dormir en un lugar seguro. La trenza representa muchas historias, de quien siembra, el que vende, quien compra, de quien come. La trenza es unidad y comunidad
, explicó Díaz.
En cuanto a su vinculación con la labor campesina de Simón y Ana, que además son guardianes de las semillas autóctonas, Malena Díaz comentó que es la familia que produce mayores variedades de maíz en Ixtenco. Ahí tienen el maíz teocintle, que es el abuelito de todos los maíces y que tiene su propio totomoxtle, su propia hoja de maíz. También tienen el maíz palomero, que estaba en peligro de extinción, y así hasta 12 variedades y 180 colores distintos. Los campesinos no pueden guardar sus semillas en contenedores herméticos, por lo que éste es un banco vivo que se siembra cada año para volver a tener la semilla, porque si no entra la palomilla y se come el maíz
.
Preservación de las semillas nativas
En cuanto a la amenaza latente de la aniquilación de una parte de esa cultura milenaria, debido a la dictadura del mercado y la industrialización del cultivo, la fotógrafa mexicana explicó que siempre ha existido ese peligro, sólo que ahora se ha visibilizado más y también hay ese peligro de que las semillas se modifiquen o se extingan. En los últimos años, desde la presidencia de López Obrador, se ha puesto mucho énfasis en que se preserven las semillas nativas. También ha sido muy importante la labor de los chefs mexicanos, que han resaltado el valor de nuestro maíz y su enorme riqueza. Por otro lado, la presencia de la mujer es una forma de reivindicarla como protectora de la tierra, como la Pachamama que lo protege
.
Malena Díaz, además de ser una destacada artista multidisciplinaria, es directora del Museo del Pulque en la Hacienda Soltepec, posee la Galería de arte Malena Díaz en la Hacienda Santa Bárbara, en Huamantla, Tlaxcala, y tiene en su haber más de 300 exposiciones individuales y colectivas a nivel internacional en países como Francia, España, Uruguay, Colombia, Japón y, por supuesto, en México.