Misión Juno de la NASA detecta la actividad volcánica más intensa en Ío hasta la fecha
Incluso para los estándares de Ío, el cuerpo celeste más volcánico del sistema solar, los fenómenos recientes observados en la luna joviana son extremos.
Los científicos de la misión Juno de la NASA han descubierto un foco de actividad volcánica en el hemisferio sur de la luna Ío de Júpiter. Ese centro de actividad no solo es más grande que el lago Superior de la Tierra, en Norteamérica, sino que emite erupciones que tienen seis veces la energía total de todas las centrales eléctricas de nuestro mundo. El descubrimiento de esta característica masiva es cortesía del instrumento Topógrafo Auroral Infrarrojo Joviano (JIRAM, por sus siglas en inglés) de Juno, aportado por la Agencia Espacial Italiana.
“Juno realizó dos sobrevuelos muy cercanos de Ío durante la misión extendida de Juno”, dijo el investigador principal de la misión a Juno, Scott Bolton, del Instituto de Investigaciones del Sudoeste en San Antonio, Texas. “Y aunque cada sobrevuelo proporcionó datos sobre esta atormentada luna que superaron nuestras expectativas, los datos de este último sobrevuelo, y el más lejano, realmente nos dejaron boquiabiertos. Este es el evento volcánico más poderoso jamás registrado en el mundo más volcánico de nuestro sistema solar, de modo que eso es realmente significativo”.
La fuente del tormento de Ío: Júpiter. Con un tamaño aproximado al de la Luna de la Tierra, Ío está extremadamente cerca del colosal gigante gaseoso, y su órbita elíptica la azota alrededor de Júpiter una vez cada 42,5 horas. A medida que la distancia varía, también lo hace la atracción gravitatoria del planeta, lo que lleva a que la luna se contraiga implacablemente. El resultado: la inmensa energía del calentamiento por fricción derrite partes del interior de Ío, lo que da como resultado una serie aparentemente interminable de columnas de lava y cenizas que se ventilan en su atmósfera desde los cerca de 400 volcanes que plagan su superficie.
Diseñado para captar la luz infrarroja (la cual no es visible para el ojo humano) que emerge de las profundidades de Júpiter, JIRAM sondea la capa meteorológica del gigante gaseoso Júpiter, asomándose a una distancia de 50 a 70 kilómetros (30 a 45 millas) por debajo de sus nubes. Pero desde que la NASA extendió la misión de Juno, el equipo también ha utilizado ese instrumento para estudiar las lunas Ío, Europa, Ganímedes y Calisto.
Durante su misión extendida, la trayectoria de Juno pasa por Ío cada dos órbitas, volando sobre la misma parte de la luna cada vez. Anteriormente, la nave espacial realizó sobrevuelos cercanos de Ío en diciembre de 2023 y febrero de 2024, acercándose a unos 1.500 kilómetros (930 millas) de su superficie. El último sobrevuelo tuvo lugar el 27 de diciembre de 2024, y acercó la nave espacial a unos 74.400 kilómetros (46.200 millas) de la luna, con el instrumento infrarrojo apuntado en dirección al hemisferio sur de Ío.
“JIRAM detectó un fenómeno de radiación infrarroja extrema, un foco de actividad enorme, en el hemisferio sur de Ío, con una intensidad tal que saturó nuestro detector”, dijo Alessandro Mura, coinvestigador de Juno en el Instituto Nacional de Astrofísica en Roma, Italia. “Sin embargo, tenemos evidencia de que lo que detectamos son en realidad unos pocos focos de actividad muy cercanos entre sí que emitieron esa radiación al mismo tiempo, lo que sugiere la existencia de un vasto sistema de cámaras de magma debajo de la superficie. Los datos respaldan que esta es la erupción volcánica más intensa jamás registrada en Ío”.
El equipo científico de JIRAM estima que la característica, aún sin nombre, abarca una extensión de 100.000 kilómetros cuadrados (40.000 millas cuadradas). El anterior poseedor del récord fue Loki Patera, un lago de lava en Ío de unos 20.000 kilómetros cuadrados (7.700 millas cuadradas) de extensión. El valor de la potencia total del resplandor del nuevo foco de actividad alcanzó una medición muy por encima de los 80 billones (millones de millones) de vatios.
La característica geológica también fue captada por la cámara de luz visible JunoCam de la misión. El equipo comparó las imágenes de JunoCam de los dos sobrevuelos anteriores de Ío con las del instrumento JIRAM que fueron obtenidas el 27 de diciembre. Y aunque estas imágenes más recientes tienen menor resolución, ya que Juno estaba más lejos, los cambios relativos en la coloración de la superficie alrededor del foco de actividad recién descubierto eran evidentes. En la comunidad científica planetaria se sabe que tales cambios en la superficie de Ío están asociados con focos de actividad geológica y actividad volcánica.
Es probable que una erupción de esta magnitud deje huellas de larga duración. Otras grandes erupciones en Ío han creado características variadas, como depósitos piroclásticos (fragmentos de roca compuesta que son arrojados por un volcán), pequeños flujos de lava que pueden ser alimentados por fisuras y depósitos de columnas volcánicas ricos en azufre y dióxido de azufre.
Juno utilizará un próximo sobrevuelo más lejano de Ío el 3 de marzo para observar de nuevo el foco de actividad y buscar cambios en el paisaje. También es posible observar esta región de esa luna desde la Tierra.
“Si bien siempre es genial presenciar eventos que reescriben los libros de récords, este nuevo foco de actividad tiene el potencial de hacer mucho más”, dijo Bolton. “Esta característica intrigante podría mejorar nuestra comprensión del vulcanismo no solo en Ío sino también en otros mundos”.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA, una división de Caltech en Pasadena, California, gestiona la misión Juno para el investigador principal, Scott J. Bolton, del Instituto de Investigación del Sudoeste en San Antonio. Juno es parte del Programa Nuevas Fronteras de la NASA, el cual es administrado desde el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama, para la Dirección de Misiones Científicas de la agencia en Washington. La Agencia Espacial Italiana (ASI, por sus siglas en inglés) financió el Topógrafo Auroral Infrarrojo del sistema joviano. Lockheed Martin Space en Denver construyó y opera la nave espacial. Otras instituciones diversas de Estados Unidos proporcionaron varios de los otros instrumentos científicos para la misión en Juno.
Para obtener más información (en inglés) sobre Juno, visita el sitio web:
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