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Misión para mapear el agua de la luna con una sonda de la NASA
El Trailblazer lunar de la NASA está oficialmente en Florida, integrado a un cohete Falcon 9 de SpaceX para su lanzamiento al espacio en pocos días más.
El pequeño satélite se lanzará el 26 de febrero desde el Centro Espacial Kennedy, y su objetivo es orbitar alrededor de la luna para evaluar el contenido de agua de nuestro rocoso satélite natural. Existen moléculas de agua en la superficie de la luna que da de cada al sol pero el agua se pierde en el espacio, por lo que la ciencia se pregunta desde hace tiempo cómo es que se recupera el agua de la superficie lunar, y el Trailblazer podría brindar respuestas.
El Trailblazer se posicionará para alcanzar la órbita lunar con una maniobra complicada que se comunicó esta semana.
Se separará de su cohete unos 48 minutos después de su lanzamiento y se dirigirá hacia la luna para una misión que durará como mínimo dos años. El Trailblazer está equipado con dos instrumentos: un Mapeador de Minerales y Volátiles de alta resolución, o HVM3, y un Mapeador Lunar Término (LTM) para imágenes infrarrojas. Estos instrumentos van a mapear los minerales y el agua de la superficie de la luna, incluyendo lo que hay en sus cráteres, cuyos fondos son oscuros y se supone que contienen hielo de agua. También se mapearán los minerales y las propiedades térmicas de la superficie lunar.
“Ambos instrumentos nos permitirán entender cómo afecta al agua la temperatura e la superficie, mejorando nuestro conocimiento sobre la presencia y distribución de estas moléculas en la luna”, afirmó Neil Bowls, científico del instrumento LTM de la Universidad de Oxford.
La nave pesa solo 200 kilogramos y cuando están desplegados sus paneles solares mide 3,5 metros de ancho.
Una misión diferente
A diferencia de las misiones pequeñas con un propósito muy centrado y singular, el Trailblazer tiene dos instrumentos a bordo que son de alta fidelidad”, dijo el ingeniero de sistemas del proyecto Andy Klesh. “Es una misión ambiciosa”.
Al pequeño satélite le llevará entre cuatro y seis meses el viaje hasta la luna, dependiendo de la fecha de lanzamiento. La misión usará la fuerza de la gravedad para alcanzar la luna. Tras el lanzamiento habrá dos maniobras de corrección y una corrección a mitad de camino, antes de los vuelos pasantes programados para el 3 de marzo y el 8 de mayo. El equipo planea insertar el satélite en la órbita lunar el 7 de julio.
“El impulso inicial brindado por el cohete enviará al satélite más allá de la luna y hacia el espacio profundo, y su trayectoria luego cambiará naturalmente debido a la gravedad después de pasar varias veces junto a la luna y orbitar alrededor de la Tierra. Eso permitirá que la órbita lunar lo capte con mínima necesidad de propulsión” dijo Gregory Lantoine, quien encabeza el diseño y la navegación de la misión. “Es la forma más eficiente, que ahorra combustible, para llegar donde queremos llegar”.
La posición orbital final será de unos 100 kilómetros por sobre la superficie lunar. El Trailblazer orbitará la luna 12 veces al día, estudiando la superficie de nuestro satélite natural en distintos momentos del día durante su rotación diaria.
Los datos del Trailblazer ayudarán a los científicos a entender mejor la superficie de la luna y preparar a la NASA para sus próximas misiones Artemis, que buscan llevar a humanos a la superficie lunar por primera vez desde las misiones Apolo.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.