
La autoridad electoral de Rumanía rechaza la candidatura presidencial del ultranacionalista y prorruso Georgescu
La oficina electoral central de Rumanía ha prohibido este domingo al candidato prorruso de extrema derecha Calin Georgescu presentarse a la repetición de las elecciones presidenciales del 4 de mayo. El rechazo de su candidatura, condenado por los líderes de los partidos de extrema derecha como antidemocrático, todavía puede ser impugnado ante el Tribunal Constitucional en un plazo de 24 horas.
El órgano judicial cuenta con 48 horas adicionales para emitir un fallo. Esto significa que la decisión final podría conocerse el miércoles por la noche. Georgescu ganó contra todo pronóstico la primera vuelta de las presidenciales rumanas en noviembre pasado, posteriormente anuladas por el Constitucional por indicios de financiación ilegal y de injerencia rusa.
«¡Un golpe directo al corazón de la democracia mundial!», ha asegurado Georgescu en la red social X al conocer la decisión y ha agregado: «¡Europa es ahora una dictadura, Rumanía está bajo la tiranía!».
Este anuncio ha provocado la indignación de sus partidarios en Bucarest este domingo por la noche frente a la Oficina Electoral Central. «A raíz de una decisión de la oficina electoral, los manifestantes rompieron el cordón de los gendarmes en un intento de entrar en el edificio», ha declarado la policía, añadiendo que la situación está «bajo control».
El líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), George Simion, cuyo partido ultranacionalista y euroescéptico es actualmente la principal fuerza opositora en el país, ha calificado el rechazo de la candidatura de Georgescu como un acto antidemocrático. «Es una continuación del golpe de Estado del 6 de diciembre», ha escrito en Facebook en referencia a la fecha en la que el Constitucional anuló las elecciones presidenciales.
Agentes de policía bloquean a los seguidores de Calin Georgescu frente a la Oficina Electoral Central en Bucarest EFE/EPA/ROBERT GHEMENT
¿Por qué ha sido descalificado?
Georgescu, relativamente poco conocido en Rumanía hasta hace unos meses, venció en la primera vuelta gracias a una campaña en redes sociales, especialmente TikTok, en la que aseguró no haber invertido nada. Su mensaje contra los partidos tradicionales atrajo sobre todo a votantes jóvenes y de entornos rurales, desencantados con la corrupción y el bajo nivel de vida en el país de 19 millones de habitantes fronterizo con Ucrania.
Según fuentes citadas por el diario rumano G4Media, la candidatura ha sido rechazada tanto por motivos formales como de fondo. Uno de los factores determinantes fue la declaración de bienes presentada por Georgescu, que presentaba incongruencias en comparación con la que había entregado en las elecciones de noviembre.
El candidato ultranacionalista, que ha defendido un acercamiento a Rusia y ha puesto en duda que Ucrania fuera un estado, defiende un ideario reaccionario y en el pasado elogió a líderes fascistas rumanos responsables del Holocausto en el país durante la Segunda Guerra Mundial.
En las últimas encuestas, Georgescu era el favorito para las elecciones al acaparar más del 35% de los votos, lo que le garantizaba llegar a la segunda vuelta. A finales de febrero, la Fiscalía rumana le acusó de seis delitos, entre ellos el de cometer acciones contra el orden constitucional y crear una organización fascista y antisemita.
La Fiscalía anunció los cargos después de interrogarle durante más de cuatro horas y además de los delitos mencionados, era sospechoso de falsedad continuada sobre su patrimonio y la financiación de su campaña.