
Kaja Kallas no logra convencer a los Estados miembros de que refuercen la ayuda militar a Ucrania
En la reunión del jueves 20 de marzo, el Consejo Europeo no validó la propuesta de la Alta Representante, Kaja Kallas, de reforzar el apoyo militar a Ucrania con un paquete de hasta 40.000 millones de euros. Finalmente, la ayuda podría reducirse a 5.000 millones de euros, destinados principalmente a la compra de municiones.
- En febrero, Kaja Kallas había presentado a los ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros una propuesta inicial que preveía una dotación de 20.000 millones de euros. A pesar de sus garantías sobre el amplio apoyo político de que gozaba su plan, la propuesta no prosperó.
- Sus intentos de reactivar el debate condujeron a importantes revisiones, elevando el total —que se suponía que se basaba en contribuciones voluntarias— hasta 40.000 millones de euros. Kaja Kallas buscaba así asegurar la ayuda militar a Ucrania en previsión de una posible interrupción de los suministros de armas estadounidenses, mientras que Putin plantea «como condición esencial para la resolución del conflicto en Ucrania el cese total de la ayuda militar a Kiev».
- Varios diplomáticos europeos han confiado al Grand Continent que la propuesta inicial está ahora moribunda y que los esfuerzos se están reorientando hacia el paquete de 5.000 millones de euros destinado a la compra de municiones. Sin embargo, este último tampoco ha recibido la aprobación formal del Consejo, salvo una vaga mención al suministro de «munición de artillería de gran calibre y misiles» a Ucrania.
- En declaraciones a puerta cerrada durante la reunión, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, instó a los líderes europeos a apoyar el plan: «Necesitamos financiación para la artillería, y estaríamos agradecidos a Europa si nos proporcionara apoyo de al menos 5.000 millones de euros lo antes posible», declaró.
Aunque la Alta Representante se presenta como la principal diplomática de la Unión Europea y también ocupa la vicepresidencia de la Comisión, su margen de maniobra sigue siendo limitado: Kallas no dispone de un presupuesto propio y son los jefes de Estado y de Gobierno quienes definen las grandes orientaciones de la política exterior.
- Varios diplomáticos entrevistados por el Grand Continent estiman que el plan de Kaja Kallas carece de coherencia y se ha visto debilitado por sucesivas modificaciones, a veces contradictorias.
- Aunque la Alta Representante propone un sistema de contribuciones voluntarias, estas se calcularían en función del ingreso nacional bruto (INB) de cada Estado miembro, lo que supondría un importante esfuerzo financiero para países como Francia, Alemania o Italia.
- Un diplomático ha confiado a la revista que el apoyo a Ucrania debe inscribirse en un paquete europeo coordinado, en lugar de pasar por iniciativas fragmentadas. Según él, Kaja Kallas quiso ir demasiado rápido, sin haber reunido el apoyo político necesario para llevar a cabo una cantidad tan ambiciosa como 40.000 millones de euros: «Queremos ayudar a Ucrania, pero no es aceptable presentar planes unilaterales sin una estructura clara».
- Sin embargo, los partidarios de Kallas consideran que se trata sólo de pretextos y que su propuesta ha tenido el mérito de revelar qué países están realmente dispuestos a apoyar a Ucrania, a pesar del coste económico.
- Desde el comienzo de la guerra, la Unión y los Estados miembros han destinado a Ucrania un total de 70.000 millones de euros en ayuda financiera y humanitaria y 62.000 millones de euros en ayuda militar.
Kaja Kallas también está teniendo dificultades para imponerse como interlocutora con Estados Unidos. Su intercambio con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, ha sido limitado y la Alta Representante no logró conseguir una cita durante un viaje a Washington a finales de febrero. En el Consejo Europeo del 20 de marzo, varios líderes expresaron sus dudas sobre el papel que Europa podría desempeñar en posibles negociaciones de paz. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, incluso sugirió nombrar un enviado especial, una propuesta que Kallas habría rechazado categóricamente, según fuentes consultadas por el Grand Continent.
- Kallas se opondría, argumentando que un enviado especial sólo sembraría confusión y usurparía sus prerrogativas. «Esa es mi función», habría declarado a puerta cerrada, según nuestras informaciones.
- Un segundo diplomático europeo explicó al Grand Continent que Kallas «hace su trabajo defendiendo su expediente, aunque eso no garantiza en absoluto su éxito. Ese es el problema del cargo de Alto Representante».