
El precio del oro se dispara
El pasado 14 de este mes, el precio de la onza de oro alcanzó los 3.000 dólares y las perspectivas para este año y el próximo dicen que el metal precioso se mantendrá en subida libre. ¿Por qué? Por su condición de refugio en épocas de incertidumbre en los mercados y esta es, sin duda, una de esas épocas gracias a las políticas comerciales del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Su obsesión arancelaria, con fechas y ultimatums que cambian sobre la marcha, marca de la casa como modelo de negociación, apenas deja resquicios para una planificación que no contemple subidas de precios salvo cansancio de la demanda y cambio de las políticas de compras de oro por parte de los bancos centrales.
Lo cierto es que el metal precioso por excelencia se ha revalorizado en torno a un 15 por ciento en lo que va de ejercicio y esas posibilidades de contención de los precios tienen actualmente un peso minoritario. Si nos vamos al arco contrario, esta semana hemos conocido las previsiones de Bank Of América, que sitúa el precio de la onza en 3.063 dólares este año y hasta 3.350 en 2026, una revisión alcista inédita ya que las últimas situaban el precio de la onza para este año en 2.750 y 2.625 dólares para el próximo.
Bank of América estima que el precio de la onza de oro podría alcanzar los 3.350 dólares en 2026
Pero el tono alcista no se queda en ese rango de precios. Según el banco, si la demanda de inversión aumentase un 10 por ciento, los precios al contado podrían dispararse hasta los 3.500 dólares en los próximos dos años. Estas previsiones, compartidas en cuando a los precios al alza por buena parte de los analistas, tienen no obstante su contrapunto en el Consejo Mundial del Oro, un organismo próximo a la industria minera del oro, que considera que la demanda de joyas se debilitará, especialmente en los dos grandes mercados asiáticos, India y China, que representan más de la mitad del mercado privado del oro, y las compras por parte de los bancos centrales se limitarán también a medida que se ralenticen las bajadas de tipos de interés.
Como en todo, este escenario está por ver dada la incertidumbre en la que se está operando actualmente, incertidumbre que tiene fecha la próxima semana, en concreto el día dos de abril, el denominado «día de la liberación» por parte de Donald Trump, cuando se conocerán los aranceles recíprocos que finalmente promulgue la administración estadounidense.
Este pasado miércoles ya firmó los del 25 por ciento a la industria automovilística provocando la enésima caída de los mercados y añadiendo más leña al fuego de esta incertidumbre que no parece tener fin.
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