
Fraude de identidad se agudiza para instituciones financieras
En el 2024, la suplantación de identidad en instituciones financieras digitales alcanzó niveles preocupantes, con un crecimiento anual de 84% en la tasa de fraude por cada 1,000 solicitantes, según el estudio A Year in Fraud 2024, de Unico México. El fraude de identidad fue impulsado por herramientas como los deepfakes, permite la falsificación de rostros mediante inteligencia artificial.
Este crecimiento ha venido acompañado de tácticas cada vez más sofisticadas por parte de los defraudadores, reflejadas en un incremento de 49% en la circulación de identidades falsas y un aumento de 63.26% en los intentos promedio por defraudador para solicitar productos en nombre de otra persona.
“Las instituciones financieras digitales más recientes suelen desconocer la magnitud del fraude por robo de identidad en México y no establecen suficientes barreras. Otras, no lo reconocen porque este tipo de fraude suele pasar debajo del radar”, Fernando González Paulin, director ejecutivo de la firma de infraestructura de identidad global, Unico.
El estudio también reveló que 78% de los defraudadores son seriales, es decir, actúan en múltiples instituciones, esto subraya un patrón recurrente y sistémico de estas actividades ilícitas. Un caso detallado por el estudio identificó a un solo defraudador que utilizó 151 identidades falsas en una misma institución y fue detectado en siete financieras diferentes.
Según González, esta tendencia se debe a que los defraudadores han aumentado su resiliencia, persistiendo en sus intentos hasta lograr su objetivo. En ese contexto, el estudio señaló un incremento de 60% en la capacidad de adaptación de los defraudadores entre el 2023 y el 2024.
“Los defraudadores siguen intentando una y otra vez. Si logran estafar a una institución, continuarán haciéndolo porque es su modus operandi. La resiliencia de estos delincuentes ha crecido de forma alarmante”, explicó González.
Para los emisores de crédito, este fenómeno se traduce en pérdidas, debido a que la cartera vencida generada por actividades fraudulentas afecta su estabilidad financiera y limita su capacidad de otorgar nuevos préstamos.
González explicó que si el fraude no es detectado en el momento de otorgar un crédito o al abrir una cuenta, pasa desapercibido por las entidades financieras y finalmente formará parte de la cartera vencida. El directivo señaló que hasta 35% de una cartera vencida suele ser el resultado de fraudes no detectados.