
Un hallazgo triple que podría reescribir el origen del sistema solar
Un rincón remoto del sistema solar está generando un enorme revuelo científico. Investigadores que analizaron datos del telescopio Hubble y de un observatorio en Hawái detectaron algo inesperado: un sistema que podría contener tres cuerpos en lugar de dos. Esta anomalía no solo desconcierta por su rareza, sino por las profundas implicaciones que podría tener en nuestra comprensión del universo.
El misterioso sistema Altjira y la clave para un cambio de paradigma
En los bordes helados del cinturón de Kuiper, una región más allá de Neptuno, los astrónomos han centrado su atención en el sistema Altjira, compuesto por cuerpos celestes que giran en pareja… o eso se creía hasta ahora. Un reciente estudio liderado por Maia Nelsen, de la Universidad Brigham Young (Utah, EE. UU.), sugiere que este sistema podría esconder un tercer componente.
Utilizando observaciones del Telescopio Espacial Hubble (NASA y ESA) y del observatorio W. M. Keck, el equipo detectó una anomalía en uno de los cuerpos: parece estar formado por dos objetos tan cercanos entre sí que hasta ahora eran indistinguibles. Así, lo que se consideraba un sistema binario podría ser en realidad un sistema triple oculto.
Este sería solo el segundo caso confirmado de este tipo en toda la región del cinturón de Kuiper, lo que plantea preguntas urgentes sobre la frecuencia real de estos sistemas y sobre el modelo que se ha utilizado hasta hoy para describirlos.
Qué revela este hallazgo sobre los orígenes del sistema solar

La importancia de este descubrimiento va mucho más allá del número de cuerpos en Altjira. De confirmarse, podría respaldar una teoría que lleva años en discusión: que muchos de los objetos que habitan el cinturón de Kuiper no se formaron por acumulación aleatoria de materiales, sino por un proceso conocido como colapso gravitacional en grumos.
Según esta hipótesis, que guarda similitudes con la forma en que nacen las estrellas, algunos sistemas del cinturón de Kuiper se habrían originado a partir de zonas densas de material que colapsaron por gravedad, dando lugar a formaciones dobles o triples. De ser cierto, estaríamos ante una reescritura del relato clásico sobre la formación del sistema solar.
La existencia de múltiples sistemas triples apoyaría la idea de que el cinturón de Kuiper es mucho más dinámico y estructurado de lo que se pensaba. Y aunque aún se necesita más evidencia para confirmar este patrón, el caso de Altjira refuerza la posibilidad de que haya más mundos ocultos en los confines del sistema solar, esperando ser descubiertos.
El enigma que sigue abierto

Aunque el hallazgo todavía no ha sido completamente confirmado, el entusiasmo de la comunidad científica crece. La dificultad para distinguir los cuerpos tan cercanos en el espacio ha sido un obstáculo constante, pero las nuevas tecnologías y telescopios más potentes podrían ayudar a resolver el misterio.
Si Altjira es realmente un sistema triple —o algo incluso más complejo, como una pareja de cuerpos en contacto físico—, estaríamos ante una señal de que la diversidad de estructuras en el sistema solar es mucho mayor de lo que jamás imaginamos.
Mientras tanto, los ojos de los astrónomos seguirán explorando las regiones oscuras más allá de Neptuno, donde el hielo, la distancia y el silencio esconden secretos que podrían cambiar la ciencia para siempre.