
Vuelve la fiebre de la minería a la provincia – Diario de Burgos
El nuevo inquilino en la Casa Blanca, Donald Trump, ha mostrado desde el inicio de su mandato un ferviente interés por la explotación de los minerales, en especial de las tierras raras. El alto valor de este compendio de elementos no hace sino poner en el candelero la importancia de un sector que en Burgos también empieza a levantar mucho interés por parte de las compañías, aunque sin metales tan preciados como los que hay en Ucrania.
La Junta de Castilla y León, en concreto el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía, tramita en estos momentos cuatro permisos para investigar posibles nuevos yacimientos en la provincia. El organismo autonómico admitió definitivamente el pasado 26 de febrero tres solicitudes, que en estos momentos se encuentran en fase de exposición pública, mientras que el 21 de marzo se sumó otra.
Los promotores son conscientes del potencial que tiene el subsuelo burgalés y se han lanzado a la búsqueda de materiales o minerales como carbonato cálcico, arenas, gravas silíceas o roca ornamental. Buena parte de ellos son cruciales dentro de procesos industriales en sectores como la agricultura, la ganadería, la cosmética, el plástico o la farmacia.
La concesión más grande de todas las que se han requerido es la promovida por la empresa Villena de la Roda, radicada en Albacete, y que quiere investigar 59 cuadrículas mineras. Durante los próximos 3 años desarrollará investigaciones en el entorno de la Merindad de Río Ubierna para tratar de localizar, principalmente, carbonato cálcico. Concretamente se centrarán en las inmediaciones de Gredilla la Polera, y desde este punto explorarán cauce arriba del arroyo Jordán en dirección Hontomín -al este- y en los montes paralelos al transcurrir de la N-627 hasta las inmediaciones de Quintanilla Sobresierra.
Otro de los puntos que ha despertado el interés de los promotores es el macizo que separa Villaverde Peñahorada de su vecina Peñahorada. La firma Bagia Stone Group ha identificado un área de interés geológico de 15 cuadrículas con potencial para la extracción de caliza aún sin estrenar. Su aprovechamiento se orientaría tanto a su uso como roca ornamental de alto valor estético como a su aplicación industrial dentro de procesos que demanden carbonato cálcico.
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