
Noboa es reelegido presidente de Ecuador con el 55% de los votos y acaba con la esperanza de la izquierda de …
El pueblo ecuatoriano ha reafirmado su respaldo a la mano dura del actual presidente Daniel Noboa. Lo ha hecho en una segunda vuelta electoral masiva y apostando ampliamente por el continuismo. Más de 13,7 millones de personas debían decidir si prolongaban por cuatro años más el mandato conservador o le devolvían el poder al correísmo con la candidata progresista Luisa González, que ha asegurado que no reconoce los resultados.
La victoria del actual presidente, con más del 55% de los votos, ha dejado plasmada en las urnas la polarización que vive el país, asolado por la violencia del crimen organizado. Este domingo, el 83,7% de los habilitados para votar han concurrido a las urnas, según Centro Nacional Ecuatoriano (CNE), y han aupado a Noboa frente a González con una inesperada ventaja de 12 puntos. Se esperaba que la segunda vuelta fuera mucho más reñida, después de que el mandatario conservador terminara la primera ronda de febrero con una ventaja de solo 16.746 votos sobre la progresista, que aspiraba a convertirse en la primera mujer en dirigir Ecuador.
Tras conocerse los resultados, Noboa ha celebrado su triunfo y ha asegurado que la victoria ha «sido histórica». El presidente reelegido se ha dirigido a sus seguidores desde una pequeña tarima en el patio de su casa de la playa, ubicada en Olón, un pueblo de la provincia costera de Santa Elena, donde tiene fijada su residencia. Lo ha hecho en compañía de su mujer, la influencer Lavinia Valbonesi, y de su madre, Annabella Azín, una de las asambleístas electas con más posibilidades de presidir la Asamblea Nacional (Parlamento).
González denuncia «fraude electoral»
En las calles se respiraba la tensión del electorado, que anticipaba posibles denuncias de fraude ante una victoria que se auguraba poco holgada. Pero el domingo por la noche, cuando ya se intuía una clara victoria de Noboa con una ventaja de más de un millón de votos, la candidata correísta ha asegurado que no reconocerá los resultados oficiales, denunciando «fraude electoral». En este sentido, González ha insistido en que «Ecuador está viviendo una dictadura y el fraude más grotesco de su historia», a la vez que ha anticipado que pedirán que se abran las urnas y se vuelvan a contar las papeletas, ya que, según ha expuesto, su partido, Revolución Ciudadana, cuenta con sus propios datos, distintos a los del CNE. Pese a las declaraciones de su rival, Noboa ha puntualizado que no duda sobre «quién es el ganador».
Esta situación ya se vio en la primera vuelta, cuando ambos candidatos lanzaron acusaciones sin pruebas sobre presuntas irregularidades en el proceso de votación y de escrutinio. Desde el inicio de la jornada electoral, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, rechazó cualquier narrativa de fraude y defendió la transparencia del proceso organizado por el ente que dirige, al señalar que «las acusaciones sin prueba no solo dañan a esta institución, sino que minan la confianza en la democracia misma». De igual forma lo ha hecho tras el escrutinio, felicitando al presidente por su reelección y catalogando como «irreversible» la victoria del partido conservador Acción Democrática Nacional.
Unos sondeos muy reñidos
Tras el cierre de los centros de votación, los sondeos pie de urna ofrecían unos resultados contradictorios. Uno anticipaba el triunfo del presidente y otro proyectaba una eventual victoria para la correísta. La tendencia se mantuvo prácticamente igual incluso antes de la jornada electoral, ya que todas las encuestas previas daban un empate técnico entre ambos candidatos, manteniendo la misma tendencia que se ha visto desde la primera vuelta. En febrero, Noboa se impuso a González en la primera vuelta por un escaso margen de apenas 17.000 votos. Ninguno de los dos candidatos había preparado una reunión masiva ante la posibilidad de unos resultados ajustados.
Todo ello ha sucedido en unos comicios marcados por una crisis de seguridad sin precedentes. Ahora, Noboa, que asumirá el cargo el próximo 24 de mayo, deberá retomar el control del país con el objetivo de combatir la violencia de narcotráfico que mantiene en vilo al país. El 2025 comenzó con el periodo más sangriento de la historia reciente de Ecuador, con un muerto cada hora. Ante esta ola de criminalidad sin precedentes, el propio presidente declaró un estado de «conflicto armado interno» para enfrentar al crimen organizado, responsable de posicionar a Ecuador entre los países con mayor índice de homicidios en América Latina.
Heredero de un magnate bananero, Daniel Noboa es la encarnación de la élite empresarial ecuatoriana. Ha sido presidente durante poco más de 16 meses, tras vencer a González en las elecciones convocadas por su predecesor Guillermo Lasso. En esta campaña ha insistido que su plan de seguridad al estilo Bukele, denunciada por numerosas violaciones de derechos humanos, está dando sus frutos, y ha reiterado la reducción del 15% de las muertes violentas el año pasado, pese al repunte vivido en enero de este año.