
Los pendientes para el rescate del río Magdalena – El Universal
“Yo trabajo aquí desde hace 22 años, y recuerdo de niño cómo el río en verdad era otra cosa, se veía más fuerte, más vivo. Con el paso del tiempo, creo que lo hemos ido perdiendo y si no lo cuidamos, se va a acabar”, dijo Miguel Macilla, comunero de la zona de los Dinamos, sobre el río Magdalena.
El último río vivo de la Ciudad, como lo llaman, se ha mantenido a flote a pesar de la contaminación, las luchas internas de los comuneros que lo resguardan y la promesa de un rescate que no se consolida.
El cuerpo de agua, de 25 kilómetros de largo, comienza su cauce en el cerro de San Miguel, Cuajimalpa, y continúa su descenso por el bosque de los Dinamos. En este trayecto el agua luce con un color cristalino y surca entre los cerros, las piedras y los árboles que decoran este bosque y, a su vez, da vida a aproximadamente 335 especies silvestres, según un estudio de 2015 realizado por el Instituto de Ecología de la UNAM.
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En el se indica que los ajolotes, la rana de árbol plegada, la víbora de cascabel y la lagartija cornuda de montaña son algunos de los animales que habitan el cuerpo de agua y sus inmediaciones.
Además, sus aguas dan trabajo a más de mil 500 comuneros que subsisten de realizar actividades como el senderismo, pesca de truchas, crianza de ajolotes, agricultura de zarzamora, maíz, haba, miel, avena y del turismo.
“El río Magdalena es ya el último río vivo de la Ciudad de México, pero también es la fuente de vida para miles de personas que trabajamos aquí en los Dinamos. Sin el río no habría bosque y no tendríamos todo lo que nos da. En otras zonas naturales, la gente pone cuatrimotos, tirolesas, go karts y creo que se quedan cortos con lo que tenemos aquí en el río para ofrecer”, afirmó Miguel Macilla.
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Sin embargo, la belleza natural que es esta parte del río Magdalena no se encuentra exenta de problemáticas, ya que existen luchas internas constantes entre los comuneros por cuestiones de liderazgo, económicas y las distintas visiones para preservar al bosque y al río.
“Todo lo quieren politizar, antes de que llegue el dinero ya se lo están repartiendo. Si les prometen 10 pesos, se pelean entre todos para ver a quien le tocan ocho, a quien le toca un peso y ya el otro peso lo inyectamos en el río y de ese peso tiene que salir todo lo que hay que comprar”, afirmó.
Además, la basura que tiran los turistas en temporada alta, el excremento de perros de visitantes y el hallazgo de elementos de rituales de santería como partes de animales sacrificados, amarres o brujería son una constante en el río.
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Los casos de tiradero de cascajo, el desecho de residuos como aceites, la construcción de asentamientos irregulares cerca del río y los talamontes son fenómenos existentes, pero en menor medida, según varios de los comuneros.
Una vez superados todos estos obstáculos, el agua del río Magdalena llega finalmente al parque de la Cañada, donde dos plantas potabilizadoras se encargan de tratar el líquido y abastecer a 22 colonias de la alcaldía Magdalena Contreras.
Pasado este punto, el agua del río se pierde, cruza la zona urbana, desde la presa Anzaldo hasta Churubusco, donde termina en líquidos residuales.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, el alcalde de la Magdalena Contreras, Fernando Mercado Guaida, explicó que es este segundo tramo del río, que va desde la presa Anzaldo hasta los Viveros de Coyoacán, el que presenta mayores problemas.
“El río tiene dos tipos de problemáticas distintas, en la parte de la zona rural es preponderantemente limpio llegando a haber algún tipo de descarga ilegal muy identificada o problemas con algún comerciante, con los visitantes que acuden a pasar el fin de semana. estos problemas son muy atendibles, (…) lo que continúa del río, ya en la zona urbana, tiene un gran problema por las descargas de muchas casas”, indicó el alcalde.
Explicó que en 2011 se construyó un colector marginal en esta zona para recibir las descargas de casas aledañas al río, mismo que actualmente ya no opera de manera ideal, por lo que una gran cantidad de desperdicios y materia orgánica termina en el cuerpo de agua.
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“La zona urbana, para nosotros como alcaldía, es difícil por el tema de las facultades. Estamos hablando de un cuerpo de agua que, como marca la Constitución, la intervención le toca al gobierno de México en coordinación con el Gobierno en la Ciudad”, dijo.
Detalló que la intervención más reciente al río se realizó durante la administración de Marcelo Ebrard, y desde entonces se realizan limpiezas al menos una vez al mes en el sitio, pero sin una intervención mayor para el rescate de la parte urbana.
Por ello, actualmente se pueden observar varias zonas del río con basura, desechos humanos y en algunos casos, ya sin agua.
Además, el nivel del agua del río Magdalena es variable a lo largo del año, por lo que en temporada de estiaje no se da abasto para suministrar a las colonias que dependen de su líquido y a lo largo de los años, su nivel total de agua se ha visto reducido.
El alcalde recordó que la jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció una inversión de 120 millones de pesos para el saneamiento y rehabilitación de todo el sistema de agua potable del río, con la construcción de tanques, instalación de nueva tubería y el aumento de la capacidad de la planta potabilizadora.
“Nunca habíamos tenido una inversión de tal magnitud en la Magdalena Contreras (…) Esta inversión no será directa al río Magdalena, va enfocada en el sistema de potabilización, abastecimiento y distribución del agua”, dijo.
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En enero de este año la jefa de Gobierno ordenó un primer mantenimiento a la planta potabilizadora, además de que se trabaja actualmente en un diagnóstico integral de la zona urbana del río por parte de la Secretaría de Gestión Integral del Agua de la Ciudad de México, señaló Mercado Guaida.
En conferencia de prensa y en el marco del Día Mundial del Agua, Clara Brugada anunció una serie de acciones orientadas a consolidar una Ciudad Sustentable, en la que los ríos ocupen un lugar central en la política hídrica. Entre los nueve ríos contemplados para su recuperación, el río Magdalena figura como uno de los más relevantes.
“El río Magdalena es importantísimo. Nace en un manantial del Santo Desierto, en el Desierto de los Leones, y fluye hacia la Magdalena Contreras. Vamos a continuar con los esfuerzos realizados en la administración pasada, particularmente en lo que respecta a las descargas de aguas residuales”, señaló la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza durante la conferencia.
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La funcionaria también detalló que ya se trabaja con la Secretaría del Agua en la planeación de canaletas y otras obras de infraestructura, además de organizar jornadas de limpieza.
A pesar de estas acciones, el río Magdalena no ha recibido un plan de rescate integral en años y tampoco es considerado como una Área Natural Protegida, según explicó Moisés Alamilla, ingeniero agroforestal.
Relató que en 2015, integrantes de la comunidad del Parque Natural la Cañada y del Instituto de Ecología de la UNAM realizaron un estudio justificativo para determinar a la cuenca del río Magdalena como una Área Natural Protegida, mismo que no tuvo éxito por problemas dentro de la organización de los comuneros.
“Tanto las figuras de Área de Valor Ambiental como la de conservación de manera voluntaria, conllevan a un ordenamiento en las actividades que se realizan dentro dicha zona. Con este instrumento, se obtendría la facultad de parar actividades y establecer un orden para preservar el ecosistema casi de vital importancia para el río Magdalena. Lamentablemente es algo que no se ha conseguido”, explicó Moisés Alamilla.