
El Porsche 911 GT3 se hace con el récord para un coche manual en Nürburgring
Estamos en un momento en el que parecen haberse perdido los coches manuales. Cada vez quedan menos ejemplares con pedal izquierdo, pues la electrificación está matando este elemento. Incluso los deportivos de alto rendimiento se están pasando al cambio automático debido a que mejora su rendimiento. Sin embargo, queda claro que es el tipo de transmisión que más emociona y que todavía tiene mucho potencial. El Porsche 911 GT3 lo demuestra con un récord en Nürburgring reservado precisamente para los vehículos con caja de cambios manual.
El 911 GT3 es una de las joyas de la marca de Stuttgart gracias a su motor bóxer atmosférico de seis cilindros y 4.0 litros, que alcanza los 510 CV y 450 Nm de par. Este modelo siempre ha tenido un toque purista, gracias a su mecánica, pero también a opciones como el paquete Touring y, por supuesto, la opción a montar una caja de cambios manual de seis velocidades. Es más lento que el modelo con el cambio automático PDK, pero ha conseguido marcar un tiempo de 6:56,294 minutos en el mítico trazado de Nürburgring Nordschleife.
Es una marca bastante sorprendente, que supera varias anteriores. Para comenzar, éste Porsche 911 GT3 manual es 9,5 segundos que su antecesor. Pero lo cierto es que también aventaja al anterior con cambio PDK en 3,633 segundos y, por supuesto, al anterior portador del récord. Lo hizo sin modificaciones, con el paquete Weissach y los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2 R, opcionales a la disposición del cliente y con homologación para circular por carretera abierta. Aunque este récord no diga nada para algunos usuarios, a Porsche le sirve como motivación extra y para demostrar lo que son capaces de hacer con el cambio manual mientras otros lo abandonan.
Les ha ayudado mucho el desarrollo del 911 GT3 RS y lo han tomado de partida para hacer algunas mejoras en el chasis del GT3. Tanto es así, que se pusieron a analizar los datos y fue más rápido que su antecesor en casi todas las curvas. También destacaron que era mucho más estable en baches y sobre los pianos, por no hablar de que se nota más empuje del eje trasero gracias a la relación de transmisión reducida en un 8 %. Además, el piloto Jörg Bergmeister, que se encargó de llevar a cabo la hazaña, declaró que «con la caja manual de seis marchas tuve que esforzarme más en la vuelta, por lo que fue aún más divertido».