
La ópera Las bodas de Fígaro llegó al Auditorio Nacional directo desde el Met
▲ Un momento de la pieza de Wolfgang Amadeus Mozart que se proyectó en el recinto de avenida Reforma.Foto Evan Zimmerman/Met
Omar González Morales
Periódico La Jornada
Domingo 27 de abril de 2025, p. 4
El Auditorio Nacional volvió a proyectar el programa En vivo desde el Met de Nueva York, que en esta ocasión presentó la emblemática pieza Las bodas de Fígaro, de Wolf-gang Amadeus Mozart, estrenada en 1786.
Esta versión, ambientada en la España de 1930, es dirigida por el británico Richard Eyre, ex director del Teatro Real Nacional de Inglaterra, donde encabezó más de un centenar de puestas en escena.
La musicalización estuvo a cargo de la renombrada maestra alemana Joana Mallwitz, considerada una de las mejores directoras de orquesta del mundo, que este año debutó como directora invitada al frente de la Filarmónica de Los Ángeles. Actualmente, se encarga de la dirección artística de la Orquesta del Konzerthaus de Berlín desde 2023, lo que la hace la primera mujer al frente de una de las principales orquestas berlinesas. Este año también hará su debut como invitada en la Filarmónica de Los Ángeles.
Mallwitz ha trabajado en el Teatro Real de la Ópera de Madrid, la Ópera Estatal de Baviera, la de Fránkfort, la Semperoper de Dresde, la Royal Opera House del Covent Garden y la de Copenhague.
La obra narra las peripecias que tienen que enfrentar Fígaro y Susana, ambos sirvientes, quienes pronto se casarán, pero el conde Almaviva, su empleador, busca aprovecharse de su derecho de pernada
para saciar su lujuria con la futura esposa. A esto hay que sumar los embrollos creados por otros habitantes de la mansión, todos con intereses en el asunto.
A su vez, la historia es un llamado a la resistencia contra el abuso de poder y la violencia, además de una reflexión sobre la infidelidad, el amor y cómo afecta a este último el paso del tiempo. La pieza fue considerada subversiva para su tiempo, por colocar al aristócrata como un personaje abusivo que termina derrotado por un par de sirvientes con más nobleza e ingenio que él.
El bajo barítono texano Michael Sumuel interpreta al protagonista Fígaro, acompañado por las sopranos Olga Kulchynska como Susana y Federica Lombardi, como la condesa.
El barítono Joshua Hopkins está en el papel de villano como el conde Almaviva, las mezzosopranos Sun-Ly Pierce y Elizabeth Bishop encarnan a Cherubino y Marcelina, respectivamente, y Maurizio Muraro da vida al doctor Bartolo.
Durante el entretiempo, Joana Mallwitz comentó: es sorprendente que esta ópera tenga tantas arias y se complemente tan bien con el libreto; el público podrá experimentar gran emoción, de esas que permite casi ver al futuro con el gran movimiento de esta obra, animada, por supuesto, con ésas erupciones musicales y contraste tan característicos de Mozart
.
La coreografía fue realizada en medio de un escenario giratorio que emula la mansión con habitaciones cilíndricas e interconectadas, en una idea plasmada por Rob Howell, director de escenografía y vestuario.
En los cuatro actos que se apreciaron en la pantalla gigante del recinto fusionan la precisión musical de Joana Mallwitz, quien coordinó los ritmos trepidantes de la orquesta, con las extraordinarias arias de Olga Kulchynska y Federica Lombardi, que fueron el centro del espectáculo. Destacó también el extraordinario carisma de Sun-Ly Pierce como Cherubino, que mereció un gran aplauso del público.
La calidad del elenco fue uno de los motivos por el cual se registró gran asistencia en el Auditorio Nacional; el público disfrutó durante tres horas y media de las artimañas y trampas de los personajes de esta pieza. La conclusión no podía ser otra: una entusiasta respuesta del público desde mítico esce-nario del Met de Nueva York.