
Competencia aprueba la opa del BBVA al Sabadell con unas condiciones que deberá validar el Gobierno
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado por fin su visto bueno a la opa hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell tras casi un año de análisis, según fuentes próximas a la operación. El regulador, en una reunión maratoniana de más de nueve horas, ha aprobado por fin la transacción, pero a cambio de introducir una serie de requisitos (conocidos como remedies, en la jerga), con el objeto de que la operación no perjudique a los consumidores. La transacción pasa ahora a la mesa del Gobierno, que podrá ampliar o reducir estas condiciones, y desde el que siempre se ha criticado el impacto de la operación sobre la oferta nacional e incluso sobre el empleo en las dos autonomías donde más se solaparían ambas entidades: Cataluña y Comunidad Valenciana.
Fuentes financieras indican que el BBVA acepta todas las cuestiones planteadas por la CNMC. Esto supone que, en puridad, la operación no se haya autorizado con condiciones (que la ley establece que son aquellas cuestiones impuestas por Competencia), sino con compromisos, puesto que son negociados con el BBVA.
El BBVA, en su intento de desatascar la operación, ha llegado a remitir hasta cinco ofertas al regulador durante este largo proceso de análisis. En su recta final, la CNMC tomó la decisión de someter estos remedies a un test de mercado realizado durante las últimas semanas, en el que ha cuestionado sobre la efectividad de las medidas a un buen grupo de competidores, así como a algunas asociaciones empresariales, como Pimec o CEOE, o de consumidores, como Asufin o Adicae.
El Sabadell reclamaba un análisis más duro. En concreto, la entidad que preside Josep Oliu consideraba que la única forma de restituir la competencia tal y como estaba antes de la opa era obligar al BBVA a vender una parte del negocio conjunto.
El análisis de la Dirección de Competencia de la CNMC —en línea con lo que el banco vasco promulgaba y había considerado en otras operaciones bancarias anteriores, como las fusiones entre CaixaBank y Bankia o entre Unicaja y Liberbank— optó por proponer remedies de comportamiento. Los asuntos fundamentales se han centrado en las condiciones comerciales en pymes y banca minorista, la no restricción del crédito a pequeñas y medianas empresas y el negocio de TPV y medios de pago.
La Sala de Competencia se ha reunido durante más de nueve horas para estudiar estas condiciones. Este órgano está formado por cinco consejeros. Entre ellos está la propia presidenta del organismo, Cani Fernández, que también la preside. La engrosan también los consejeros Pilar Sánchez, que ha trabajado para el Ministerio de Economía, Rafael Iturriaga (quien ha desempeñado varios cargos en Gobiernos del PNV), María Vidales, que ha desempeñado varios cargos en la dirección de Competencia del regulador, y Pere Soler, más cercano a Junts y que fue director de los Mossos.
En cualquier caso, la última palabra será ahora del Gobierno. Al haber ampliado la CNMC el análisis de la transacción a una segunda fase, la ley marca que estas condiciones y compromisos bajo los que el regulador ha avalado la transacción deban ser avalados por el Ejecutivo, que se ha opuesto en reiteradas ocasiones a la transacción. En concreto, podrá ampliar o rebajar estas condiciones por cuestiones diferentes a las puramente de competencia, aludiendo al interés general. El Ministerio de Economía tiene ahora 15 días para su análisis y el Consejo de Ministros un mes más para tomar una decisión.

El Ejecutivo, eso sí, no puede prohibir la transacción, sino imponer unas condiciones tan elevadas que obliguen al BBVA a desistir de la oferta. Sí podría, en un futuro, vetar la fusión entre ambas entidades, que el banco que pilota Carlos Torres tiene previsto ejecutar tras la opa.
“Una vez recibamos el informe de la CNMC lo analizaremos con rigor y detalle, como ya hemos señalado. Hasta contar con toda la información y realizar ese análisis, máxima prudencia”, indican fuentes del Ministerio de Economía.
Después de pronunciarse el Gobierno, y de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorice el folleto de la oferta, será el turno de los accionistas del Sabadell para pronunciarse. Estos deberán decidir si aceptan el canje en acciones —a razón de un título del BBVA y 0,7 euros de dividendos por cada 5,3456 títulos del Sabadell—, si bien actualmente les resulta más rentable venderlas en el mercado que aceptar la opa, puesto que la acción del Sabadell cotiza casi un 7% por encima que la tasación del BBVA.
La resolución coge al Sabadell con la sensación de que el veredicto de la CNMC se veía venir. La dirección de la entidad catalana no ha ocultado nunca su sentimiento de que, en esta carrera, la CNMC es otro obstáculo que se tendrá que salvar. César González-Bueno, consejero delegado del banco, y Josep Oliu, presidente, han manifestado públicamente sus recelos sobre las exigencias que Competencia pueda poner a la operación del BBVA: “Creo que la CNMC no adoptará una postura dura por la fusión”, ha llegado a vaticinar González-Bueno. Oliu, en un acto en Sabadell y visiblemente suelto por jugar con la cancha a favor, puso de relieve que la CNMC ha dado preferencia a la opinión del BBVA: “Es como preguntarle al zorro qué piensa de que suelten a las gallinas”.

Pese a todo, el Sabadell nunca ha dado por perdida la partida que juega con el banco vasco. La línea de defensa de la entidad vallesana trata de exprimir la idea de que la opa no conviene a nadie, ni siquiera a los propios accionistas del BBVA. “Si lo dejamos a las fuerzas del mercado, solo quedará un banco en España”, ha llegado a pronosticar Oliu.
En el toma y daca que han mantenido los dos bancos desde hace un año, la tendencia ha sido defender visiones contrarias con la misma vehemencia. Ante las acusaciones del banco catalán de que los vascos han errado el tiro con la valoración de la opa, el BBVA ha señalado que no tiene “intención ni necesidad” de mejorar su oferta de compra por Banco Sabadell entre otras cosas porque “el mercado ve muy probable” que la operación salga adelante.