
Los árboles son archivos vivientes de la contaminación por mercurio que deja la minería en …
- Una reciente investigación en la región Madre de Dios, en la Amazonía peruana, ha identificado que los árboles de ficus han acumulado por años el mercurio gaseoso en sus troncos.
- El mercurio es utilizado para extraer oro de los ríos y es altamente tóxico.
- En las zonas donde hay presencia de minería ilegal, los ficus registran 6 nanogramos por gramo de mercurio, a diferencia de los 0,6 nanogramos que tienen los árboles en zonas no mineras.
- Los investigadores han calificado a los árboles como “biomonitores naturales” y explican lo que significa.
Los anillos de los ficus pueden revelar el historial de contaminación por mercurio en una zona a consecuencia de la minería ilegal, reveló un reciente estudio que califica a los árboles como “biomonitores naturales” en la región Madre de Dios, conocida como la “capital de la biodiversidad del Perú”. Sin embargo, también es la zona más impactada por la contaminación a consecuencia de la minería artesanal en el país sudamericano.
La investigación analiza el impacto de la minería informal antes y después de los 2000 usando el registro de los árboles año a año que conservan en sus anillos. Para ello los investigadores han tomado muestras de sus tallos en tres zonas impactadas por la minería en el distrito de Laberinto y otras dos donde no hay presencia de mineros para compararlas.
Según explicaron los científicos los árboles acumulan mercurio elemental gaseoso (MEG) en la madera tras la absorción del elemento químico a través de sus hojas y tallos. “Esto convierte a los árboles en los registradores naturales de la contaminación por mercurio -un elemento utilizado en la extracción de oro de los ríos-. Es decir, analizando la vida de un árbol podemos descubrir qué pasó en el territorio cuantificando la huella espacial y temporal de las emisiones de mercurio de la Minería Artesanal y de Pequeña Escala (MAPE)”, señala Claudia Vega, investigadora del programa de mercurio en el Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA).
Biopsias de contaminación
Para realizar este estudio, los investigadores recolectaron núcleos de los árboles de ficus —es decir, muestras de tallo— de tres sitios impactadas por la minería artesanal: Boca Colorado, Laberinto y el área de conservación privada Los Amigos, todos cerca de la Reserva Comunal Amarakaeri. Luego recolectan muestras en otras dos zonas no impactadas arriba del río Madre de Dios: Boca Manu y Chilive, ubicados en el ámbito del Parque Nacional Manu.
“Las muestras de los árboles fueron tomadas en 2019 como unas biopsias, con aparatos especiales, para no cortar la totalidad del árbol”, explicó la también autora del estudio Claudia Vega.
Los análisis mostraron que en la zonas impactadas por la minería las concentraciones de mercurio en los anillos de los árboles alcanzan hasta 6 nanogramos por gramo (6,0 ng g−1 ) en comparación con los sitios remotos donde apenas el mercurio está presente en sus tallos con 0,9 nanogramos.
Además, se logró identificar que las concentraciones atmosféricas de mercurio en todos los sitios se correlacionan con la cantidad de contaminación en los anillos de los ficus, lo que destaca el potencial de los árboles para usarse como biomonitores para mercurio elemental gaseoso.

Jacky Gerson, investigadora principal del estudio, explica a Mongabay Latam que se usan los anillos de los árboles porque cada vuelta representa un año de vida del árbol.
En los sitios más impactados, el mercurio aumentó en los anillos de los árboles con el tiempo en respuesta a la intensificación de la minería artesanal y en pequeña escala. El mercurio creció en concentración principalmente en el tiempo de sequía, cuando se desarrolla más este tipo de minería.
“El estudio ha podido determinar una línea base de contaminación antes y después del año 2000. Vemos que por los registros de los anillos de los árboles hay baja cantidad de mercurio antes de la nueva era, mientras que los niveles de contaminación aumentan a partir de 2006 y se intensifican con el paso de los años”, afirma la investigadora Claudia Vega.
Los académicos han determinado trabajar solo con ficus para mantener la homogeneidad de los datos y evitar error al momento de analizar las muestras. Además, han calculado que por las muestras estos individuos tienen más de 84 años, ya que las muestras obtenidas parten de 1941.

Otros estudios
Lo que aún no han logrado identificar los científicos es qué impactos ha generado la alta concentración de mercurio gaseoso en los árboles. Los ocho científicos que participaron de la investigación también trabajaron en otros estudios sobre la presencia del mercurio a consecuencia de la minería artesanal en otros cuerpos vivos.
Por ejemplo, en 2024 publicaron un estudio donde detectan la presencia de mercurio en el 40 % de las aves analizadas y determinaron que la alta exposición a este elemento químico disminuye la capacidad reproductiva de las aves, lo que las pone en riesgo.
Otro estudio definió la alta presencia atmosférica del mercurio en la ciudad de Puerto Maldonado. Es decir, que los ciudadanos están expuestos directamente al componente, que es altamente tóxico.

“El mercurio es un elemento que está presente en el ambiente, pero que la actividad minera no controlada incrementa porque se usa para extraer oro pese a que es uno de los diez elementos más tóxicos. No podemos eliminar la minería, pero sí podemos trabajar con reglas para evitar el incremento de la contaminación”, asegura la investigadora.
Imagen principal: deforestación como consecuencia de la minería artesanal en Madre de Dios. Foto: cortesía CINCIA