
El 37.1% de los adultos en México padece obesidad – López-Dóriga Digital
MONTERREY. La obesidad en México es una crisis de salud pública, el 37.1% de los adultos padecen de esta enfermedad, cuyas causas incluyen una dieta alta en alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y baja actividad física.
Las consecuencias son graves, con un aumento en enfermedades crónicas como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares, además de un impacto económico significativo, esto de acuerdo con los diferentes investigadores y especialistas que participaron en el Congreso Internacional de Investigación sobre la Obesidad 2025, celebrado en el Tec de Monterrey, campus Monterrey.
Este foro, que se convirtió en un espacio clave para abordar dicho problema desde múltiples perspectivas, tuvo como objetivo ‘construir soluciones innovadoras desde las ciencias de la salud, y la educación, mismas que permiten fortalecer la prevención y el tratamiento de la obesidad’, especialmente en el país en donde el 70% de la población adulta vive con obesidad o sobrepeso, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2024).
Los expertos coincidieron en que para este tipo de enfermedad crónica es necesario tener un seguimiento continuo y personalizado del tratamiento, adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, complementado con un apoyo sicológico para facilitar la adaptación y adherencia al proceso. Este enfoque integral es crucial para mejorar la calidad de vida y el pronóstico de las personas que padecen esta enfermedad.
Al respecto, Juan Pablo Murra Lascurain, el rector del Tec de Monterrey, encargado de inaugurar la cuarta edición de este congreso, que tuvo como lema “La obesidad y su impacto durante el ciclo de la vida: una perspectiva multidisciplinaria”, destacó la necesidad de abordar este problema de salud pública de manera integrada, desde la tecnología, la nutrición, la educación y las políticas públicas.
Y enfatizó en que, la obesidad es una condición compleja que requiere respuestas integradas. ‘Este congreso es sin duda, una gran oportunidad para tender puentes entre disciplinas y transformar el conocimiento en acciones que nos acerquen a soluciones reales y sostenibles, que nos recuerden que cada avance puede ser el punto de partida paratransformar realidades‘.
Murra Lascurain agregó que tanto investigadores como estudiantes, han sido parte fundamental para este tratamiento, así como los aliados estratégicos que han hecho de la ciencia una herramienta para mejorar esta condición.
El evento también reunió a especialistas que concuerdan en que la obesidad es un problema complejo y multifactorial que requiere de respuestas integrales desde diferentes disciplinas y destacó la importancia de diferenciar la obesidad preclínica de la obesidad clínica para entender mejor los estados de salud, los riesgos de progresión, el pronóstico y las necesidades de atención de los pacientes.
Obesidad Clínica vs Preclínica
Obesidad clínica:
- Enfermedad crónica sistémica caracterizada por alteraciones en función de tejidos, órganos o del individuo, debido a adiposidad excesiva o anormal.
- Presenta signos y síntomas de disfunción orgánica.
- Puede causar limitaciones significativas en actividades diarias.
- Requiere tratamiento médico inmediato.
Obesidad preclínica:
- Estado de adiposidad excesiva o anormal con función preservada de otros tejidos y órganos.
- Sin manifestaciones clínicas de disfunción orgánica.
- Riesgo variable de desarrollar obesidad clínica.
- Requiere monitoreo y consejería preventiva.

En este sentido, el Tecnológico de Monterrey creó el Institute for Obesity Research (IOR), una iniciativa sin fines de lucro que se enfoca en la investigación científica multidisciplinaria para generar conocimiento científico y proponer métodos integrales para mejorar la salud y el bienestar, mediante la colaboración de expertos de diversas áreas del conocimiento.
A través de sus 5 unidades especializadas, el Instituto impulsa proyectos de alto impacto con los que se busca desestigmatizar esta enfermedad y abordarla desde una visión multidisciplinaria:
–Medicina Experimental: Aprovecha la sólida infraestructura médica del Tec para estudiar la obesidad desde la clínica y la neurociencia.
–Unidad de Alimentos Saludables: Esta unidad trabaja en el diseño de alimentos nutritivos, accesibles y culturalmente relevantes, con base científica y tecnológica.
–Bioingeniería y Dispositivos Médicos: El cual desarrolla nuevas moléculas con potencial terapéutico y dispositivos de diagnóstico temprano accesibles para la población.
–Biología Integrativa: Área que busca caracterizar genéticamente a la población mexicana, actualmente subrepresentada en los bancos de datos genómicos globales, para entender cómo la obesidad afecta de forma única a nuestra región.
–Política Pública en Salud: Encargada de traducir la evidencia científica en recomendaciones concretas para la formulación de políticas públicas, buscando que los avances lleguen efectivamente a la sociedad.
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Marco Antonio Rito Palomares, director del Instituto de Investigación sobre Obesidad, destacó la importancia de desarrollar estrategias y líneas de acción en conjunto para mejorar la calidad de vida de pacientes, prevenir el riesgo de enfermedades relacionadas, y amplificar el mensaje de la importancia de la prevención.
“El Congreso nos permite poder mostrar el tipo de investigaciones que estamos realizando, no solo dentro del Instituto, sino también con nuestros compañeros con los que estamos colaborando de instituciones externas al Tec”, comentó.
Durante una platica con los medios de comunicación, los investigadores del Institute for Obesity Research, enfatizaron en la importancia de mirar ejemplos exitosos en la región. Uno de ellos es el Instituto de Tecnología de Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, que logró traducir laevidencia científica en políticas públicas de alto impacto, como la cofinanciación de la cirugía bariátrica por parte del gobierno chileno o el pionero etiquetado frontal de alimentos. Por ello, el instituto mexicano busca alianzas con centros latinoamericanos, organismos internacionales y gobiernos locales para replicar modelos exitosos, desarrollar estrategias de prevención y atención y construir una base científica sólida para políticas públicas sostenibles.
Finalmente, se destacó que uno de los elementos clave del Instituto es su enfoque regionalizado, pues México no es un país homogéneo. Se ha observado que los patrones de obesidad varían significativamente entre el norte del país —con un alto consumo de carne y ultra procesados— y el sur, donde el consumo de azúcar y bebidas del tipo es desproporcionadamente alto.
Con información de Dalia de Paz