Refugio, tribuna y fiesta
Daniel López Aguilar
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de mayo de 2025, p. 3
A pesar de los caminos intransitables, la falta de servicios básicos, la pobreza estructural y la presencia del crimen organizado, el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI) sigue presente en varias comunidades del país, consolidándose como el único proyecto sólido de teatro indígena en México.
Aunque existen otras iniciativas comunitarias que apuestan por la creación teatral en contextos rurales e indígenas, ninguno cuenta con un respaldo institucional constante ni con la solidez organizativa del LTCI.
Niños, adolescentes y adultos se reparten los días entre el trabajo en el campo, la escuela y la venta de panuchos o artesanías, mientras el LTCI promueve el teatro como una práctica fundamental. Entre todas esas tareas, siempre hay tiempo para las artes escénicas, las cuales, para muchas personas, son un espacio de libertad, expresión y comunión.
El teatro es su refugio, su tribuna, su fiesta. Es donde se sienten libres y escuchados. No existe otro proyecto en el país que articule con tanta profundidad la creación escénica con la vida indígena y campesina
, señaló María Francisca García Pérez, actriz y directora del laboratorio en Yucatán.
“Si existiera un LTCI en cada estado, en cinco años cambiaríamos al país. Se erradicarían muchas de las enfermedades sociales: violencia, adicciones, feminicidios, racismo. Porque el teatro nos sana, nos conecta, nos enseña a vivir.
María Alicia Martínez Medrano encendió una llama que sigue ardiendo, como un fuego que espanta la oscuridad.