
El papa León XIV eligió a un peruano para uno de los momentos más solemnes de su entronización
El papa León XIV iniciará su pontificado con una misa solemne en la Plaza de San Pedro. El Sumo Pontífice que cuenta con nacionalidad peruana ha elegido a un compatriota para uno de los momentos más solemnes de su entronización. Este participará junto a cardenales de Canadá, Brasil y Papúa Nueva Guinea.
El obispo del Callao, monseñor Luis Alberto Barrera Pacheco, ha sido seleccionado para ser parte del rito de obediencia, según un comunicado de la Santa Sede. Junto a él estarán un sacerdote; un diácono; dos religiosos: la hermana Oonah O’Shea, superiora general de las religiosas de Notre Dame de Sion y presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales; y el prepósito general de los Jesuitas, padre Arturo Sosa. También ofrecerán su gesto de obediencia una pareja de esposos y dos jóvenes.

El rito de obediencia es una ceremonia simbólica y litúrgica mediante la cual representantes de la Iglesia manifiestan su obediencia y fidelidad al nuevo papa. Esta se realiza luego de que el Santo Padre recibe el palio y el anillo del pescador. El formato cambió desde el pontificado de Benedicto XVI. Ahora un grupo representativo de miembros de la Iglesia se acercarán al papa León XIV y harán un gesto de respeto y fidelidad. Tradicionalmente, esto incluía un beso en el anillo del Papa, una genuflexión o una inclinación de cabeza.
Durante la celebración, se realizará el rito de imposición del palio y la entrega del anillo del pescador, signos distintivos del inicio del pontificado. Para estos gestos litúrgicos han sido designados tres cardenales provenientes de distintos continentes. El cardenal Dominique Mamberti, de Francia y perteneciente al orden de los diáconos, impondrá el palio. Por su parte, el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, de la República Democrática del Congo y del orden de los presbíteros, pronunciará una oración invocando la ayuda del Espíritu Santo para el nuevo Papa. Finalmente, el cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, de Filipinas y miembro del orden de los obispos, entregará el anillo del pescador.

El Vaticano confirmó la participación de la presidenta peruana Dina Boluarte en la entronización del papa León XIV, que se celebrará el domingo 18 de mayo en la Plaza de San Pedro. La ceremonia contará con la asistencia de más de 150 delegaciones internacionales, incluyendo líderes como el presidente de Italia, Sergio Mattarella; la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni; el vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance; y el secretario de Estado, Marco Rubio. También estarán presentes los presidentes de Ucrania, Israel, Líbano y Polonia, así como los Reyes de España y Bélgica, el príncipe Alberto de Mónaco y representantes de la Unión Europea y la familia real británica.
Aunque la Santa Sede ha reconocido la presencia de Boluarte en el evento, hasta el momento no se ha confirmado una audiencia privada entre ella y el papa León XIV. El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Elmer Schialer, indicó que se están realizando gestiones para concretar dicho encuentro.

Robert Francis Prevost, hoy conocido como el papa León XIV, mantiene una profunda y duradera relación con el Perú. Nacido en Chicago en 1955, llegó al país en 1985 como misionero agustino y dedicó más de tres décadas a labores pastorales en regiones como Chulucanas, Trujillo y, especialmente, Chiclayo. En 2014 fue nombrado obispo de Chiclayo, cargo que desempeñó hasta 2023.
Durante su episcopado, Prevost se destacó por su cercanía con las comunidades más necesitadas, promoviendo iniciativas sociales y apoyando a migrantes venezolanos. Su compromiso con el país lo llevó a obtener la nacionalidad peruana en 2015. Además, fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana entre 2018 y 2023.
Su elección como pontífice ha sido motivo de orgullo para muchos peruanos, quienes lo consideran “uno de los suyos”. La ciudad de Chiclayo, en particular, celebra su legado y ha anunciado la creación de una ruta turística en su honor. La figura de Prevost es recordada con cariño por su humildad, su estilo pastoral cercano y su compromiso con el desarrollo humano y espiritual del pueblo peruano. Su paso por el Perú dejó una huella profunda que hoy es motivo de celebración.