
Reducen cultivos en campo tamaulipeco

El ciclo agrícola 2024-2025 ha marcado una reducción en producción de sorgo, trigo y arroz.
«El campo tamaulipeco ha perdido fertilidad», reconoció el secretario de Desarrollo Rural, Pesca y Acuacultura, Antonio Varela Flores, lo que ha obligados a los productores a esforzarse más para obtener una buena cosecha.
El ciclo agrícola 2024-2025 ha registrado una marcada reducción en los principales cultivos del estado, particularmente en sorgo, trigo y arroz.
Las cifras de la Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Sader reflejan la difícil realidad del campo, que se traduce en menor rendimiento, terrenos sobreexplotados, falta de apoyos y condiciones climáticas irregulares.
A pesar de ello, autoridades estatales aseguran que aún hay esperanza si se aplican prácticas adecuadas.
El secretario estatal reconoció que existen retos importantes en materia de productividad, pero defendió el potencial agrícola de la entidad: «Tiene vocación para la agricultura y tenemos buenos agricultores», subrayó.
A la pregunta expresa sobre si las tierras en Tamaulipas han perdido su fertilidad por la sobreexplotación, el funcionario fue enfático: «Bueno, hay que hacer prácticas adecuadas; los agricultores saben trabajar su terreno. Hay que fertilizar o mejorar los suelos, yo creo que es la tarea de ellos. Si tú te dedicas por ejemplo al periodismo, pues te esfuerzas por hacer las cosas bien; entonces, un agricultor tiene que estarse esforzando por levantar mejores cosechas con prácticas adecuadas».
Aunque reconoció que existen zonas afectadas, principalmente por la salinización, precisó que estas áreas son mínimas y están localizadas, sobre todo, en regiones cercanas a la costa.
«Si te refieres a zonas ensalitradas, son muy pocas. En esas áreas puede que te responda que sí, pero son mínimas, son suelos ensalitrados con poco drenaje que cambian nada más de actividad», detalló, refiriéndose específicamente al distrito de San Fernando.
En 2023 se produjeron 806 mil 298 toneladas de sorgo, pero para este ciclo la cifra descendió a 688 mil 642 toneladas, es decir, casi un 15 por ciento menos.
Municipios clave, como San Fernando, Matamoros y Río Bravo, que en años anteriores encabezaban las estadísticas de siembra, han sentido con fuerza esta baja.
San Fernando, por ejemplo, mantiene 204 mil 491 hectáreas sembradas, mientras que Matamoros y Río Bravo reportan 117 mil y 109 mil hectáreas, respectivamente.
La sequía ha sido una constante en los últimos ciclos, y aunque las lluvias recientes han generado cierto optimismo, hay preocupación por su impacto tardío en algunas regiones.
«Estas lluvias han ayudado bastante. Hemos salido a estimular y han tenido un efecto positivo. Esperemos que también el precio nos ayude», expresó el secretario.
Más allá de las condiciones naturales, el secretario insistió en la responsabilidad que tienen los productores para mejorar su rendimiento.
«Un agricultor tiene que estarse esforzando por levantar mejores cosechas», dijo, al mismo tiempo que destacó que el campo tamaulipeco aún tiene condiciones favorables si se atienden los suelos correctamente.
La reducción en la producción no solo afecta a quienes trabajan directamente en el campo, sino también a otros sectores porque las consecuencias podrían sentirse en toda la cadena de valor, desde la comercialización hasta el consumidor final, que podría enfrentar un aumento en el precio de productos básicos.