
El aviso de la NASA ante el aumento de actividad solar: «Se esperan condiciones turbulentas en los próximos días»
A lo largo de este 2025, nuestra estrella se ha caracterizado por protagonizar una intensa actividad. Cada 11 años aproximadamente el Sol atraviesa un ciclo realmente caótico, manifestado en distintas erupciones solares. Esto ocurre cuando dos ciclos magnéticos solares se superponen y compiten entre sí, provocando alteraciones violentas en la corona solar. Como resultado de este fenómeno se generan regiones en las que el campo magnético solar se abre al espacio, conocidas como agujeros coronales y traducidos en fuertes vientos solares.
Estos inmensos vientos serán más fuertes que nunca a lo largo del presente año, cuando el Sol entre en su «zona de combate» o «zona de batalla», con un mayor número de tormentas geomagnéticas intensas. Como consecuencia, los expertos ya aseguran que la actividad geomagnética podría aumentar un 50 % en la atmósfera superior de cara al año 2028.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó esta imagen de una llamarada solar (vista como el destello brillante a la izquierda) el 14 de mayo
En este contexto, tenemos que situarnos en el 14 de mayo, día en el que la NASA reportó una fuerte llamarada solar. Este fenómeno, clasificado como X2.7 -la clase X indica las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su intensidad- provocó interrupciones en los sistemas de radio de alta frecuencia de Oriente Medio y afectó a distintos satélites, según los informes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés).
La erupción estuvo acompañada por una eyección de masa coronal (CME) y adoptó una estructura única, conocida como «Ala de Pájaro» por su forma de alas extendidas. De hecho, se estima que la CME tendría una extensión superior a 967.000 kilómetros.
Tal como detalla la NOAA, «cuando ocurre una llamarada solar lo suficientemente fuerte, se produce ionización en las capas inferiores y más densas de la ionosfera y las ondas de radio que interactúan con los electrones en capas pierden energía debido a las colisiones más frecuentes”. Esto puede causar que las señales de radio se degraden o se absorban por completo, dando como resultado un apagón de radio.
El aviso de la NASA
A pesar de que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense ha destacado que el clima solar se ha estabilizado tras el episodio X2.7, hay indicios de que en la cara opuesta del Sol hay aproximadamente cinco regiones de manchas solares.
De hecho, la agencia advirtió que esta región solar podría seguir generando llamaradas de gran magnitud en los próximos días. En palabras de la física espacial, Tamitha Skov, destacó que que esta tormenta solar «es tan grande que está dejando una estela muy fuerte».
«Es posible que se registren nuevamente niveles G2. Se esperan condiciones turbulentas en los próximos días», señaló. Esto daría como resultado nuevos episodios y problemas con los satélites, así como la generación de fenómenos y elementos como las clásicas auroras boreales.