
Jonathan Ive y Sam Altman suman fuerzas y presentan su nueva compañía, io, que será parte de OpenAI
Después de casi dos años de rumores, ya es oficial: Sam Altman, el cofundador de OpenAI (la compañía que desarrolla ChatGPT) y Jonathan Ive, el diseñador estrella del iPhone (abandonó Apple en 2019), anunciaron que io, su compañía de hardware, se suma a OpenAI, con un video que Altman publicó en su cuenta de X, y un comunicado en su sitio.
“Estoy encantado de asociarme con Jony, en mi opinión, el mejor diseñador del mundo. Estoy entusiasmado por intentar crear una nueva generación de computadoras impulsadas por IA”, publicó Altman, cerrando el ciclo de especulación de casi dos años e iniciando uno nuevo: ¿qué estarán desarrollando?
En rigor, la startup io Products, fundada por Jony Ive y de la que OpenAI ya era accionista, será absorbida por esta última, según Altman. El equipo de Ive se unirá a OpenAI con “la misión de diseñar una familia de dispositivos” que faciliten el uso de la inteligencia artificial (IA).
Jonathan Ive seguirá con su firma de diseño LoveForum, y se mantendrá como un consultor independiente, pero se hará cargo del diseño de todo OpenAI, incluyendo su software, según reporta Bloomberg.
Mientras, unos 55 ingenieros, desarrolladores de software y diseñadores industriales que ya estaban en io Products pasarán a ser empleados de OpenAI.
Según varios medios, la operación valora a io en unos US$6500 millones, y más allá del monto tiene el impacto político de traer al diseñador más respetado del Silicon Valley a trabajar en la empresa tecnológica del momento, que tras la última ronda de inversión tiene una valuación bursátil aproximada de 300.000 millones de dólares; lejos de los 3 billones de Apple o Microsoft, pero con un valor significativo para una empresa cuyo producto estrella llegó al mercado hace apenas dos años.
“Los productos que utilizamos para conectarnos y acceder a una tecnología inimaginable tienen décadas de antigüedad”, explica Ive en el video, que se desarrolla a manera de diálogo con Altman en una cafetería de San Francisco. “Por lo tanto, lo lógico es pensar que hay algo más allá”, añade.
Ive y OpenAI llevan dos años colaborando, recordó Altman, en una asociación que ha dado lugar a “diseños concretos”.
El director de OpenAI recordó que Ive está detrás de creaciones icónicas de Apple como el iPhone y el MacBook Pro, y afirmó que una nueva tecnología transformadora como la IA exige una manera revolucionaria de interactuar con ella.
“Creo que esta tecnología se merece algo mejor” que tener que escribir preguntas en una computadora, dijo.
Altman reveló que el equipo de Ive ya tiene desarrollado un prototipo, sin dar más detalles. “Es la pieza de tecnología más genial que el mundo haya visto jamás”, aseguró.
La start-up con sede en San Francisco terminó la grabación con un mensaje en el que afirma que espera compartir los frutos de esta alianza en el desarrollo del dispositivo el próximo año.
La batalla de la IA generativa, aquella capaz de crear contenidos a partir de un sencillo comando escrito o de voz, se libra sobre todo en el terreno de su uso cotidiano.Los grandes actores del sector han lanzado asistentes digitales en forma de aplicaciones, pero aún no han presentado ningún dispositivo específico.
A finales de febrero, Amazon presentó algo similar al anunciar una versión modernizada de su asistente de voz Alexa, bautizada como Alexa+ y potenciada con IA.

Y este martes Google mostró lo que imagina en términos de un asistente de inteligencia artificial de capacidad universal, capaz de dialogar con su propia voz usando la pantalla y la cámara del teléfono como sus ojos, y que la compañía llama Project Astra.

Ive llega precedido por diseños como el AI Pin (de ex diseñadores de Apple) y R1 Rabbit, pioneros en sumarse desde el hardware a la revolución de inteligencia artificial cotidiana que inició ChatGPT hace dos años, pero que terminaron como sonoros fracasos, tanto por los problemas de funcionamiento que tenían como por la falta de interés del público en ellos.

Aún así, permiten imaginar qué tipo de interacción podría proponer este nuevo producto creado por el equipo de Jonathan Ive.