
Dos meses de escuelas sin comida chatarra – El Mañana de Nuevo Laredo
Escrito en OPINIÓN el
La intención de retirar la comida chatarra de los planteles escolares es sin duda crucial para asegurar la salud de los niños que eventualmente serán adultos y evitar que prevalezcan enfermedades crónicas, obesidad y otros padecimientos que podrían evitarse con hábitos más saludables.
Lamentablemente, aún falta que pongamos de nuestra parte, pues poco ayuda que restrinjan los alimentos chatarra en el plantel, si en el hogar no se promueve también la alimentación saludable, y que al salir de clases simplemente consuman todo eso y más de manera desmedida.
Algo que ha ocurrido a poco más de dos meses de haber implementado el programa, es que las cooperativas han visto caer de manera considerable sus percepciones, algunas incluso han cerrado, pues ya no venden nada “antojable” para la mayoría de los niños que estaban acostumbrados a frituras, refrescos azucarados, dulces, etcétera, y de ahí, muchos planteles recaudaban fondos para completar algunos gastos escolares.
Aunado a esto, en algunos planteles los vendedores ambulantes han aprovechado para ofertar al exterior de éstos, todo eso que prohíben en las cooperativas escolares, por lo que al final muchos siguen adquiriendo los mismos productos, incluso en horario de clases o recreos, ya que los puestos suelen ubicarse junto a los barandales.
Son contados, pero esperanzadores, los casos de aquellas cooperativas que se han puesto creativas con sus menús, ofreciendo alimentos que cumplan con los lineamientos de lo que se considera saludable y que a su vez sean populares entre los alumnos y pareciera que esa es justamente la clave, o una de ellas, para que este programa tenga éxito.
Tampoco se trata de tener a los niños con dietas, sino como en todo, encontrar ese equilibrio entre disfrutar de algunas botanas y comer saludable, hacer ejercicio y otros hábitos que ayuden a llegar a la vejez de la mejor forma posible y de esta manera también mejorar la calidad de vida de la población.
En fin, el programa tiene una noble intención, pero como en muchas otras cosas, tenemos que poner de nuestra parte.