
África está separándose más rápido de lo pensado a causa de una gigantesca masa de roca caliente
Los geólogos saben desde hace tiempo que África se está fragmentando lentamente en una región denominada Sistema del Rift de África Oriental (EARS), pero la fuerza impulsora de este masivo proceso geológico era objeto de debate. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Geophysical Research Letters, ha presentado evidencia geoquímica de que una superpluma, previamente teorizada, está presionando contra la corteza africana y fracturándola.
Una superpluma es una enorme columna de material caliente y poco denso que asciende desde la frontera entre el núcleo externo y el manto de la Tierra. Los autores del estudio, liderados por Biying Chen, de la Universidad de Glasgow, han encontrado nueva evidencia de que una gigantesca superpluma de roca caliente se eleva bajo África, provocando una intensa actividad volcánica y dividiendo el continente en dos.
El equipo de Chen descubrió que los gases del campo geotérmico de Meengai, en el centro de Kenia, tienen una firma química que proviene de las profundidades del manto terrestre, probablemente entre la base del manto y el núcleo. Esta firma coincide con la de los gases encontrados en rocas volcánicas al norte, en el Mar Rojo, y al sur, en Malawi, lo que indica que todos estos lugares se asientan sobre la misma roca profunda del manto, según un comunicado de la universidad.
“Las señales del manto profundo observadas en diferentes segmentos de EARS son notablemente similares, lo que sugiere que todas provienen de una fuente profunda común”, añade Chen.
EARS es el sistema de rift continental activo más grande de la Tierra, que atraviesa aproximadamente 3500 kilómetros de África. La litosfera, la capa externa rocosa de la Tierra compuesta por la corteza y el manto superior, se ha ido fragmentando gradualmente a lo largo de la grieta durante unos 35 millones de años. Esto ha dejado una red de valles que surcan la parte superior del continente, desde el Mar Rojo, frente a la costa noreste de África, hasta Mozambique, en el sur de África.
Estudios previos identificaron indicios de una columna de manto profundo debajo de EARS en las señales de gases nobles. Los gases nobles, como el helio y el neón, son raros e inertes, lo que significa que generalmente no reaccionan químicamente con otras sustancias. Como resultado, permanecen presentes durante mucho tiempo, lo que permite a los científicos utilizarlos para rastrear procesos geológicos a largo plazo. Sin embargo, Chen señaló que estos trazadores geoquímicos han sido escasos y, a menudo, controvertidos bajo EARS.
Para ayudar a esclarecer lo que ocurre bajo EARS, el equipo de Chen utilizó instrumentos de alta precisión para buscar isótopos de neón en gases de Kenia, y detectaron una firma del manto profundo. La firma en los gases es muy similar a la de las firmas superficiales más antiguas de Hawái, que también se cree que se asienta sobre una columna de manto profundo.
“Nos emocionó mucho ver los datos preliminares del isótopo que muestran la firma primigenia del manto profundo – señala Chen -. Pero la firma del manto profundo es pequeña y tuvimos que trabajar duro para desentrañarla; la verdad es que no hubo un momento de revelación; cuestionamos el resultado con frecuencia y pasamos muchas horas comprobando y volviendo a comprobar los datos”.