
Puig: nervios, memoria y modernidad en su primer cara a cara como cotizada con sus accionistas
Con algo más de un año como cotizada a las espaldas, Puig se ha puesto serio hoy en Barcelona. Y la ocasión no era para menos, pues la compañía celebraba en Barcelona su primera junta general de accionistas tras su salto al parqué. “Este es un hito en la historia de Puig, la empresa que fundó mi abuelo en Barcelona en 1914”, ha querido poner en valor Marc Puig, el consejero delegado.
Pese a la singularidad del evento, el directivo no evitó las menciones a la tradición familiar que ha marcado la compañía durante más de un siglo, en una sesión que ha transcurrido más como un trámite que como una prueba para la empresa.
“Hemos expandido la empresa por el mundo, con una mentalidad global desde nuestras raíces en Barcelona”, comentó Puig, a lo que añadió que los valores que rigen hoy en día la compañía, son esos que ya instauró su familia, “y trasmitidos a largo de tres generaciones”.
La sala de la Hyatt Regency Barcelona Tower, donde se ha celebrado la reunión, ha acogido a apenas una pequeña parte de los 355 accionistas que han acudido al evento, de manera online y presencial. La mayoría de los asistentes, de mediana edad, aunque no han faltado los trajes grises y corbatas esperados de cualquier junta.
Puig ha celebrado en Barcelona hoy la primera junta de accionistas como cotizada
La primera prueba de Marc Puig antes ellos, sin embargo, no ha estado marcada por una excesiva complejidad. Con los datos de crecimiento sólidos del grupo delante, el consejero ha repasado fielmente el comportamiento de las marcas en este primer ejercicio como cotizada, remarcando el haber conseguido los objetivos marcados por la compañía a principios de año.
Entre las palabras de Puig, sin embargo, también ha habido silencios. Silencio respecto a los aranceles de Estados Unidos, un tema que ha pasado por encima con una pequeña mención al “entorno macroeconómico complejo”. Silencio respecto al valor de las marcas de su cartera, la única pregunta que ha recibido por parte de los accionistas y que ha quedado sin responder. “No es un dato que comunique la compañía”, ha recordado el consejo al accionista.
Pese a ello, los nervios propios de toda primera vez se han notado durante la sesión, con un teléfono que sonó al inicio del discurso de Puig, preguntas a destiempo y confusión entre turnos de palabra. Tras una hora y media que ha girado en torno a los dividendos, los planes y el pasado e historia de Puig, el directivo ha dado por finalizada la junta, poco después de repasar algunas asignaturas pendientes de la empresa, como la incorporación de una mayor presencia femenina en el consejo.
“Agradezco a los presentes, al consejo que me acompaña y todas las personas que integran Puig, así como a los accionistas, por la confianza y el apoyo”, ha acabado el directivo, dando el punto final al tercer hito del grupo como empresa cotizada. Una campana, un primer ejercicio completo y, ahora, un primer cara a cara.
El grupo de perfumería finalizó los tres primeros meses del ejercicio con un crecimiento del 7,8%, y tal y como ha reiterado hoy Puig, mantiene sus previsiones de crecimiento de las ventas like for like en un rango entre el 6% y el 8%. En concreto, la empresa concluyó el primer trimestre con ventas de 1.205,9 millones de euros, frente a los 1.118,5 millones de euros del mismo periodo de 2024.