
“Para muchos artistas, un libro es un lienzo, un espacio para esculpir”
▲ Gran parte de los 114 ejemplares que se exhibieron en la muestra Otras formas de leer: Un encuentro con los libros alternativos formarán parte de un acervo de la Biblioteca de Posgrados, la primera en su tipo en el país, ubicada en la Academia de San Carlos. Aquí, imágenes de la pieza de Madrigal Bulnes In… sectas. Foto cortesía de la entrevistada
Omar González Morales
Periódico La Jornada
Martes 3 de junio de 2025, p. 3
Para la editora y diseñadora Elsa Madrigal Bulnes, un libro no es sólo para leer, para muchos artistas es un lienzo para pintar, un espacio para esculpir, donde pueden jugar con materiales cual si fuera una galería de arte
.
Este objeto fue el motivo de la exposición Otras formas de leer: Un encuentro con los libros alternativos, organizada por la Facultad de Arte y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual se montó en el vestíbulo principal de la Biblioteca Vasconcelos.
Las 114 obras se exhibieron a la par de un conversatorio homónimo, en el cual participaron los expertos Mónica de la Cruz, Mariana Álvarez y Carlos López, quienes reflexionaron sobre el gran interés de los jóvenes en los libros. La conferencia estuvo moderada por la maestra Michelle Sandoval y coordinada por el doctor Daniel Manzano.
Gran parte de estos ejemplares formarán parte de un acervo de la Biblioteca de Posgrados, la primera en su tipo en el país, ubicada en la Academia de San Carlos, donde el público podrá revisarlos con el cuidado adecuado.
Portales a nuestra realidad
En entrevista con La Jornada, la artista Elsa Madrigal Bulnes, quien ha trabajado desde hace años para transformar los libros en piezas de arte visual, sigue en su búsqueda para plantear que no sólo son materiales de lectura, sino también espacios donde pueden adquirir formas que escapan de las hojas como “portales a nuestra realidad. Lo que llamamos ‘otros libros’, que son realizados por artistas visuales o diseñadores, principalmente, son obras de una persona, que hacen desde la construcción de la temática hasta el armado final del volumen. Cada pieza es única y es hecha de manera individual. No sólo empleamos papel, sino materiales como madera o piel. Casi como los hacían antiguamente”, comentó Madrigal Bulnes.
El gran auge de lo que se podría llamar libros-objeto, piezas de arte únicas, surgió a finales de los años 60 en México. Aunque en el pasado los volúmenes habían sido modificados de manera experimental por surrealistas y artistas de otras corrientes; incluso, hubo algunos donde quedaron plasmadas las denuncias de justicia social ante la represión del gobierno mexicano contra los estudiantes en esas épocas.
“Con sólo ver una de sus páginas el lector puede acabar satisfecho, porque puede abordarlo de muchas formas de lectura. No sólo usar la vista y el tacto, sino el oído y el cuerpo mismo del tomo. Hay algunos libros tan grandes que requieren instalaciones especiales, porque puedes recorrerlos con todo el cuerpo.
Muchas veces puede parecer obvio, pero al lector se le olvida que los libros son objetos y que podemos jugar con esos conceptos de muchas y variadas maneras. Se pueden incluso hacer libros sobre otros que ya existen, y se complementan como proyectos de arte, dotarlos de una nueva identidad
, explicó la artista visual.
Se crea una intimidad
Al respecto, Elsa Madrigal aseguró que es innovador porque rompe el dogma de la santificación
de los libros como objetos: “Los artistas rayamos, grabamos, esculpimos y marcamos nuestros libros. Me gusta que hay una intimidad con el espectador al sentirlos y descubrirlos, tocarlos y palparlos, lo cual permite humanizar estas piezas de arte. Creamos estos pequeños universos que no existían.
Tengo una herencia de libros. Mi papá era profesor de literatura y en la casa siempre teníamos tomos muy variados. Así desarrollé el amor por ellos. Cuando decidí convertirme en artista supe que no eran sólo portales a la imaginación, sino que podía transformarlos en algo más para que pudieran atraer más la atención de las personas. Eso es lo que más me gusta de trabajar en estas piezas únicas.
Desde 2012, en la FAD de la UNAM hay un laboratorio para estos otros libros
, donde los artistas de posgrado pueden especializarse para realizar estas piezas específicas.
Para la muestra Otras formas de leer, Elsa Madrigal realizó la obra In… sectas, en colaboración con Daniel Olivares Viniegra, compuesta por dibujos, antihaikús, pinturas, dibujos, un pergamino y un colgante.
Para ella, estas piezas representan una oportunidad de que el público trascienda la visión de que los libros son meras herramientas de lectura: son la oportunidad de jugar con la realidad mediante la imaginación. Una renovación para un invento que cambió nuestra forma aprender y plasmar nuestros sueños
.