
Falleció Frederick Forsyth, maestro de la novela de espías
▲ El escritor británico, piloto y periodista durante una entrevista realizada en Hertford, Inglaterra, el 17 de agosto de 2006.Foto Afp
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Periódico La Jornada
Martes 10 de junio de 2025, p. 4
Londres. El escritor británico Frederick Forsyth, uno de los maestros de la novela de espías además de ex piloto de la Fuerza Aérea Real (FAR), reportero y agente secreto, falleció ayer a los 86 años, anunció su agente literario.
Forsyth, quien se convirtió en autor por necesidad económica, escribió una veintena de novelas que han vendido cerca de 70 millones de ejemplares en el mundo, entre ellas Chacal (1971) o La lista (2013).
“Lamentamos el fallecimiento de uno de los mejores autores de suspense del mundo”, indicó Jonathan Lloyd en un comunicado. Su agencia, Curtis Brown, afirmó que Forsyth murió rodeado de su familia tras una breve enfermedad.
Para sus obras, novelas extremadamente bien documentadas en las que mercenarios, espías y canallas chocan en vertiginosos juegos de poder, este británico de complexión fuerte, mirada aguda y rostro alargado se inspiró de su vida.
En 1969 se le ocurrió escribir libros. Tenía entonces 30 años y acababa de regresar de Biafra, donde había cubierto para la BBC la guerra civil en el sureste de Nigeria (1967-70), desencadenada por la proclamación de independencia de la República de Biafra.
Sin embargo, sus análisis en favor de Biafra no agradaron a la línea oficial de la emisora y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Forsyth dimitió y se quedó sin un céntimo.
El británico, nacido el 25 de agosto de 1938 en Kent, de padre peletero y madre costurera, recurrió entonces a sus recuerdos de corresponsal en París, adonde Reuters −que buscaba un periodista francófono− lo había enviado a principios de los años 60.
Entre 1961 y 1963, me convertí en la sombra de Charles de Gaulle
, el entonces presidente francés, explicó en su autobiografía El intruso (2016).
Cuando el estadista francés sufrió en 1962 un intento de asesinato en el suroeste de París, Forsyth se encontraba en la capital francesa. Ese fue el telón de fondo de mi primer libro
.
Rigor, precisión, verosimilitud
A la hora de escribir, este antiguo piloto de la FAR, que obtuvo la licencia a los 19 años, se fijó dos reglas muy poco habituales: mantener los nombres reales de los personajes y contar la historia con todos los detalles técnicos posibles.
Escritores como Tom Clancy, Robert Ludlum y Robert Littell, que lo consideraban el inventor del género del tecnosuspense, seguirían estas mismas reglas.
Chacal, rechazado por cinco editoriales, fue finalmente publicado en 1971. Nueve millones de lectores compraron esta historia de un asesino profesional contratado para matar a De Gaulle, que fue adaptada al cine por Fred Zinnemann en 1973.
El periodista de investigación, que trabajó en Berlín del Este, Israel y Guinea Ecuatorial, procedió entonces a publicar cada cuatro años aproximadamente una nueva novela escrita con el mismo método: tras cinco o seis meses de investigación, se encerraba durante tres meses.
Viajo mucho, y en general intento ir a ver por mí mismo todos los lugares que describo, aunque sólo sea para una breve escena
, explicó el autor, quien reconoció que odiaba escribir.
Para El expediente Odessa (1972), sobre la persecución de antiguos nazis, conoció al cazanazis Simon Wiesenthal. Para Los perros de la guerra (1974), viajó a Hamburgo y entró en contacto con traficantes de armas.
Fue a su regreso de un último viaje a Somalia para La lista (2013) cuando su segunda esposa le dijo: Eres demasiado viejo, estos lugares son terriblemente peligrosos y ya no eres tan ágil y rápido como antes
.
Tras unas cuantas búsquedas muy frustrantes
en Internet, Forsyth llegó a la conclusión de que El intruso, su autobiografía, sería su último obra.
En ella reveló que colaboró con los servicios secretos británicos. En Nigeria, la RDA o Sudáfrica, actuó como informador e intermediario, lo que lo convirtió en un escritor notablemente bien informado. Escribo novelas que se venden, no es gran literatura y lo admito
.
Sin embargo, en 2018 no pudo resistir la tentación de escribir una última novela, El zorro.
La secuela de El expediente Odessa, titulada La venganza de Odessa, en la que trabajó con el escritor de novelas de suspense Tony Kent, se publicará en agosto, dijo su editor Bill Scott-Kerr.
Su formación periodística aportó un rigor y una eficacia metronómica a su trabajo, y su olfato y comprensión de las grandes historias hicieron que sus novelas siguieran siendo apasionantemente contemporáneas y frescas
, añadió Scott-Kerr.