
México, entre los más vulnerables de América Latina por exposición a políticas de EU: Fitch
La economía mexicana puede sufrir una recesión este año, al ser el mercado de América Latina más vulnerable a la incertidumbre por las políticas de Estados Unidos y el proteccionismo, advirtió el área de análisis económico de la calificadora Fitch.
Si bien consideran que el impacto de esta incertidumbre puede ser mitigado por el trato arancelario más favorable que puede conseguir con la renegociación del acuerdo comercial, advirtieron que “las políticas migratorias son una fuente de riesgo”.
En un análisis especial que no tiene impacto de calificación, admitieron que el panorama del sector sub soberano para la región Latinoamericana es “de deterioro”.
Estimaron que la economía de América Latina y el Caribe registrará un crecimiento de 2.1% este año, similar al desempeño del PIB regional del 2024.
La previsión incorpora “el mejor desempeño esperado de Argentina, la desaceleración de Brasil y la recesión de México”.
Pero en el citado análisis, no detallaron las expectativas puntuales de cada uno de los países.
Todavía en las perspectivas puntuales divulgadas por ellos mismos en abril, proyectaron cero crecimiento para México; un desempeño de 1.8% para Brasil y no traían previsión para Argentina.
Al interior del análisis Global Sovereign midyear outlook, observaron que la mayoría de las economías regionales se enfrentan a la aplicación de un arancel recíproco mínimo de 10% impuesto por Estados Unidos y se encuentran entre los países que tienen una pausa activa hasta julio sobre la entrada en vigor de otro tipo de aranceles.
No obstante, reconocieron que las economías más grandes de la región, que son Brasil y México, están también lidiando con el efecto indirecto de un crecimiento más lento de sus principales socios comerciales, que son Estados Unidos y China.
Consolidación fiscal resultaría difícil
Para los expertos del equipo análisis económico de Fitch, “la consolidación fiscal podría resultar difícil este año con repercusiones en la política monetaria y otras métricas macroeconómicas y de deuda”.
“Unas condiciones financieras globales más restrictivas y prolongadas podrían representar un desafío para los soberanos que dependen en gran medida del financiamiento externo de los mercados”.
En el análisis, liderado por Todd Martínez, codirector de soberanos para América Latina, consideraron que “los aranceles de Estados Unidos pueden perjudicar al crecimiento. Consideran que aún son posibles las oportunidades de nearshoring, aunque “podrían tardar en materializarse”.
Destacaron que las políticas migratorias constituyen una fuente de cierto riesgo, lo que incluye el impuesto a las remesas.
Margen de maniobra en bancos centrales
De acuerdo con ellos, la depreciación del dólar de Estados Unidos está otorgando margen de maniobra a los bancos centrales de la región para seguir recortando tasas.
Agregaron que las sólidas posiciones externas y reservas de liquidez en dólares, deberían ayudar a la mayoría de los países de la región a gestionar los riesgos financieros.
El citado análisis se enmarca en la serie de “perspectivas sectoriales” que son una evaluación general a futuro de las condiciones operativas y comerciales subyacentes del sector en comparación con el año calendario anterior.
Indicaron que una perspectiva neutral implica una evaluación de que estas condiciones se mantendrán prácticamente sin cambios y son distintas de las perspectivas de calificación.
De acuerdo con Ed Parker, director de investigación de soberanos en la agencia, el aumento de los aranceles y la incertidumbre política debilitan a la economía mundial y generan un deterioro en las condiciones financieras, condiciones que les hacen cambiar su perspectiva de neutral a la condición de “deterioro”.
La calificadora Fitch confirmó la nota soberana de México en “BBB” con perspectiva Estable, el pasado mes de abril, en reconocimiento de la política macroeconómica prudente, finanzas externas robustas y la diversificación que mantiene la economía.
Esta ratificación significa que la calificación crediticia del emisor soberano, se encuentra en el nivel más bajo del grado de inversión y no hay riesgo de sufrir una degradación o recorte en un lapso de seis a 12 meses.