
Abuchean a Donald Trump en la apertura de Los miserables
▲ Donald Trump y su esposa, Melania, durante su arribo el miércoles pasado a la apertura del musical Los miserables, en el Centro Kennedy.Foto Ap
Ap
Periódico La Jornada
Sábado 14 de junio de 2025, p. 4
Washington. El drama entre el público rivalizó con el espectáculo en el escenario el miércoles pasado en el Centro Kennedy, donde el presidente estadunidense Donald Trump asistió a la noche de apertura de Los miserables mientras afianza su control sobre la venerable institución de artes escénicas.
Era la primera vez que asistía a un espectáculo allí desde que fue elegido, y recibió abucheos y aplausos al tomar asiento junto a la primera dama Melania Trump. Cerca del final del intermedio, alguien maldijo su nombre en voz alta, lo que provocó aplausos. Había varias drag queens entre la multitud: su presencia era una protesta contra las quejas de Trump de que el Centro Kennedy había acogido demasiados espectáculos de travestis en el pasado.
A pesar de las críticas, el acto tuvo un aire de MAGA hace Broadway
(siglas en inglés de Make America Great Again / Hagamos grande a Estados Unidos otra vez, lema de campaña de Trump). Ric Grenell, director interino del Centro Kennedy designado por Trump, estaba allí, al igual que el vicepresidente JD Vance y su esposa, Usha. Antes de que comenzara el espectáculo, la secretaria de Justicia, Pam Bondi, conversó con los invitados, y el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., se tomó selfis. Laura Loomer, activista de extrema derecha que ha asesorado a Trump en decisiones de personal, publicó un video desde un asiento cerca del escenario.
Trump caminó por la alfombra roja con la primera dama cuando llegaron al Centro Kennedy, que él ha estado remodelando a su imagen mientras elimina lo que considera ideología liberal
.
Queremos recuperarlo, y queremos recuperarlo mejor que nunca
, declaró Trump.
El presidente republicano tiene un afecto particular por Los miserables, extenso musical ambientado en la Francia del siglo XIX, y ocasionalmente ha ocupado sus canciones en sus actividades públicas. Una de ellas, ¿Oyes a la gente cantar?, es un grito de guerra revolucionario inspirado en la rebelión de 1832 contra el rey francés.
La producción de tres horas contó con cantos y bailes, al igual que sonidos de explosiones y disparos que llenaban el teatro mientras manifestantes y soldados se enfrentaban en el escenario. Para los críticos de Trump, fue un eco inquietante de lo que está sucediendo en Los Ángeles, donde Trump ha desplegado efectivos de la Guardia Nacional en respuesta a las protestas por sus políticas de deportación.
Alguien explíquele la trama
, escribió en redes sociales el gobernador de California, Gavin Newsom, de filiación demócrata.
Después de que volvió a ocupar la Presidencia, en enero, Trump sorprendió al mundo de las artes al despedir al director y a la junta directiva del Centro Kennedy −que ya tenían tiempo en esos puestos− y remplazarlos con funcionarios leales a él, quienes luego lo nombraron presidente. Trump prometió renovar su programación, gestión e incluso apariencia, parte de un intento por dejar su huella en la escena nacional de las artes.
El Centro Kennedy, que se mantiene con dinero del gobierno y donaciones privadas, fue inaugurado en 1971. Durante décadas se ha considerado que celebra las artes sin verse influido por tendencias políticas.