
Mujeres en minería. Por Dra. Farzaneh Khorram, Ingeniería de Minas UNAB – G5noticias
Históricamente, la industria minera ha sido considerada uno de los sectores laborales más masculinizados a nivel mundial.
En muchos países, la presencia de mujeres en las faenas mineras no solo era inusual, sino que además enfrentaba barreras legales y culturales significativas. Se asumía que las condiciones físicas exigentes, los riesgos asociados y el entorno adverso de las minas eran soportables únicamente por hombres. Como resultado, durante décadas, las mujeres fueron excluidas de participar en esta industria estratégica. Sin embargo, con el paso del tiempo y el cambio en la percepción social respecto de los roles de género, esta situación ha comenzado a transformarse de manera progresiva.
En Chile, donde la minería representa uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, la incorporación de mujeres al sector ha sido un proceso más tardío, pero que en los últimos años ha cobrado un impulso notable. Hoy en día, las mujeres chilenas se desempeñan en una amplia gama de funciones dentro de la minería: desde geólogas e ingenieras hasta operadoras de maquinaria pesada, supervisoras de seguridad y especialistas en control de calidad.
Esta ampliación de roles no se limita solo a los niveles operativos, sino que también abarca áreas de investigación, medio ambiente y desarrollo sostenible. La experiencia demuestra que su participación ha contribuido a enriquecer la cultura organizacional, mejorar la productividad y fortalecer la cohesión dentro de los equipos de trabajo.
Uno de los factores clave en este avance ha sido el acceso de las mujeres a formación técnica especializada y a oportunidades de desarrollo profesional. Gracias a la capacitación y a programas de promoción laboral, muchas han logrado asumir cargos de liderazgo y gestión dentro de las empresas mineras. Este cambio no solo evidencia el alto potencial profesional de las mujeres en el rubro, sino que también refleja el impacto positivo de las políticas institucionales que promueven la equidad de género y la creación de entornos laborales inclusivos. Su presencia en posiciones directivas, lejos de ser una excepción, comienza a consolidarse como parte integral de la estructura del sector.
Mirando hacia el futuro, el panorama para la participación femenina en la minería es sumamente prometedor. La expansión de tecnologías avanzadas y la automatización de procesos están reduciendo las barreras físicas tradicionales y abriendo nuevas oportunidades para una participación segura y significativa de las mujeres. Al mismo tiempo, la creciente demanda por modelos de gestión más diversos, sostenibles y socialmente responsables ha resaltado la necesidad de aprovechar todo el talento humano disponible. En este contexto, invertir en formación, apoyo estructural y culturas organizacionales inclusivas será clave para asegurar una participación femenina amplia, equitativa y sostenible en todos los niveles de la industria minera.